El tren propulsado por hidrógeno verde, desarrollado de forma conjunta por Siemens y Deutsche Bahn, completó este lunes su primer viaje en pruebas, según informó la empresa industrial alemana en un comunicado.
El Mireo Plus H, que corresponde al nombre del vehículo, completó este primer trayecto para comprobar cómo funciona el procedimiento de reabastacimiento de combustible utilizando una estación de almacenamiento de hidrógeno móvil.
“Esto supone un paso decisivo con nuestros socios hacia el futuro del transporte climáticamente neutral. El nuevo tren Mireo Plus H no emite más que agua. Cuenta con una autonomía de alrededor de 1.000 kilómetros, puede alcanzar velocidades de hasta 160 kilómetros por hora y se puede repostar rápidamente”, expresó el consejero delegado de Siemens, Roland Busch.
Además, se refirió a las ventajas que tiene este flota en cuanto a su vida útil, así como la emisión de gases efecto invernadero.
“Durante su vida útil de 30 años, un solo tren ahorrará hasta 45 mil toneladas de emisiones de CO2, en comparación con viajar en automóvil”, afirmó.
El proyecto está financiado con 13,74 millones de euros por el Ministerio Federal de Digitalización y Transporte como parte del Programa Nacional de Innovación Tecnológica de Hidrógeno y Pilas de Combustible.
El Mireo Plus H comenzará las pruebas en Baden-Württemberg en 2023. A partir de 2024, se pondrá en marcha el servicio regular de pasajeros mediante el proyecto H2goesRail, que opera entre Tubinga, Horb y Pforzheim y se sustituirán los trenes diésel actualmente en uso en esa ruta.
Los trenes de hidrógeno son una pista privilegiada para reducir las emisiones de CO₂, y reemplazar el diésel, que sigue alimentando el 20 % de los trayectos por ferrocarril en Alemania. Los trenes de Alstom combinan hidrógeno almacenado a bordo con el oxígeno presente en el aire, gracias a una pila de combustible, que produce la electricidad necesaria para asegurar la tracción del convoy.
Diseñados en la localidad francesa de Tarbes y montados en Salzgitter, en el centro de Alemania, estos trenes han sido ensayados comercialmente desde 2018, con una circulación regular de dos de ellos.
Alstom firmó ya cuatro contratos para entregar decenas de trenes en Alemania, Francia e Italia, y la demanda no deja de aumentar. Solo en Alemania, “entre 2.500 y 3.000 trenes diésel podrían ser reemplazados por trenes de hidrógeno”, declaró a la AFP Stefan Scharank, jefe del proyecto en Alstom.
“En 2035, entre el 15 y el 20 % del mercado europeo de trayectos regionales podría funcionar con hidrógeno”, confirma a la AFP Alexandre Charpentier, experto ferroviario de la consultoría Roland Berger.
Con su anuncio en 2020 de un plan de inversión de 7.000 millones de euros, Alemania tiene la ambición de liderar en una década la tecnología del hidrógeno. Sin embargo, en toda Europa falta la infraestructura necesaria para la producción o el transporte, lo que requerirá inversiones colosales.
“Por eso no vemos que el 100 % de los trenes de diésel vayan a ser sustituidos por trenes de hidrógeno”, comenta el consultor Charpentier.
Por otro lado, el hidrógeno no está necesariamente exento de carbono. Solo el hidrógeno verde, fabricado a base de energías renovables, se considera sostenible.
Al mismo tiempo, existen otros métodos de fabricación, más habituales, pero emiten gases de efecto invernadero, ya que se basan en energías fósiles. Prueba de la escasez del producto es que la línea de Baja Sajonia empleará en un primer momento un hidrógeno resultante de la actividad de otras industrias, como la química.
El Instituto de Investigación Francés (IFP), especializado en cuestiones energéticas, explica que actualmente el hidrógeno “procede en un 95 % de la transformación de energías fósiles”, y casi la mitad viene de la transformación de gas natural.
*Con información de AFP y EP.