Recientes ensayos de vuelo sugieren que la era de los aviones eléctricos está cada vez más cerca, aunque expertos en aviación advierten que llegar a usos comerciales depende de los marcos regulatorios, para los que no existe un plazo determinado.
La empresa Eviation Aircraft completó con éxito la semana pasada un vuelo de prueba en el oeste de Estados Unidos, en el estado de Washington, con su avión “Alice”, que planea empezar a entregar a las aerolíneas en 2027.
La compañía le pisa los talones a Icelandair, que realizó en agosto pasado un vuelo tripulado en el que transportó, entre otros pasajeros, al Presidente de Islandia y a su Primer Ministro.
Además de las ventajas de eliminar las emisiones de CO₂, el transporte en esta clase de aparatos genera menos ruido que un avión tradicional y también suprime el uso de combustible para aviones, uno de los mayores gastos de la industria aérea.
Es una “nueva era para la aviación”, dijo con entusiasmo el director ejecutivo de Eviation, Gregory Davis, tras el vuelo de prueba, y agregó que es un vistazo de lo “accesible, limpia y sostenible que suena y se ve la aviación”.
Sin embargo, se necesitarán aún muchos años antes de que se convierta en una realidad, acuerdan analistas consultados por la AFP, en parte por la incertidumbre sobre qué tan rápido las autoridades de seguridad aérea le darán luz verde a una compañía sin historial operativo.
Eviation está “dando pasos en terreno desconocido sobre cómo certificar y das soporte a aeronaves eléctricas”, dijo Glenn McDonald, consejero principal de la consultora AeroDynamic Advisory.
Mientras el plazo para el avión de Eviation “puede ser realista”, McDonald resalta que la FAA tiene un enfoque extremadamente cauteloso para las certificaciones desde los accidentes de los modelos Boeing 737 MAX en 2018 y 2019.
Hasta ahora, el modelo biplaza Velis Electro es el único avión eléctrico con autorización de servicio, tras la certificación de la agencia de seguridad aérea de la Unión Europea en 2020.
Michel Merluzeau, director de análisis aeroespacial y de defensa en la consultora AIR, dijo que es más realista un plazo a finales de esta década, en vez de 2027, para el mercado estadounidense.
“Fundamentalmente, aún es muy pronto”, piensa Merluzeau, añadiendo que la FAA solo aprobará aeronaves después de ensayos exhaustivos.
Muchas pruebas por venir
La prueba de vuelo del prototipo “Alice” de Eviation duró ocho minutos, con un registro de altitud de 1.065 metros.
La compañía planea producir un avión de carga de seis plazas, una versión “ejecutiva”, así como un modelo de transporte de nueve pasajeros para vuelos de unos 460 kilómetros. Estos tendrán casi el mismo tamaño y peso que el prototipo, pero con una tecnología de batería más avanzada.
Global Crossing Airlines Group, una compañía aérea basada en Miami, se comprometió a comprar 50 aviones, los cuales prevé que vuelen entre Florida, las Bahamas y el Caribe.
Para su director financiero, Ryan Goepel, el interés es sobr etodo el ahorro de combustible. “Consideramos esta aeronave como un producto en fuerte demanda y con un costo de explotación muy bajo”, le afirmó a la AFP.
Davis aseguró que el siguiente paso es analizar los datos del vuelo y la compañía espera empezar las pruebas de la FAA en 2025, y en ese mismo año la producción comercial.
La agencia de aviación estadounidense no quiso pronunciarse en el caso específico de Eviation, pero subrayó que, “de manera general, la FAA puede certificar estas nuevas aeronaves usando su esquema reglamentario existente”.
“Algunas certificaciones podrían obligar a la FAA a emitir condiciones especiales o criterios de navegabilidad adicionales, según el tipo de proyecto”, explicó un portavoz. Establecer condiciones especiales es una respuesta típica de la FAA cuando se trata de nuevas tecnologías, pero estos procesos “pueden tomar algún tiempo”, subrayó Waruna Seneviratne, del instituto nacional de investigación aeronáutica de la universidad de Wichita.
Sin duda, la FAA va a querer hacer numerosas pruebas antes de dejar abordar a pasajeros, avanzó el especialista.
El hecho de que “Alice” sea un aparato completamente nuevo y no un aparato existente equipado con baterías eléctricas, como fue el caso de la aeronave de Icelandair, representa una tarea “increíblemente compleja” para la FAA y va a ser costoso.
“¿Cómo sobrevivir suficiente tiempo como empresa cuando se sabe que la certificación va a tomar mucho tiempo?”, se preguntó Merluzeau.
En la actualidad, Eviation es apoyada por Clermont Group, un grupo privado de inversión de Singapur dirigido por Richard Chandler, cuya fortuna es estimada por Forbes en 2.600 millones de dólares.
Un portavoz de Eviation dijo que la compañía “buscará financiación adicional con miras a la certificación y producción”.
*Con información de AFP