“Cuando eres una estrella, te dejan hacerlo”, dice Donald Trump en una de las grabaciones que desataron una ola de furia contra él. “Uno puedo hacer cualquier cosa”. Se trata de una conversación que el magnate tuvo en el año 2005 con el presentador de televisión Billy Bush. El sobrino del expresidente norteamericano dirigía el programa Access Hollywood y mantenía con Trump una conversación cuando iban en un bus, la cual quedó grabada.
En esta, el expresidente norteamericano habla primero de cómo intentó llevarse a la cama a una mujer casada y cómo ella lo rechazó. ”Me lancé por ella como a una perra, pero no lo conseguí. Ya estaba casada (...). Entonces, de repente la veo y ya tiene tetas falsas y todo, ha cambiado totalmente su aspecto”, se le oye decir a Trump a su interlocutor.
Luego, ve a una presentadora que iba a recibirlos para iniciar el programa televisivo en el que el multimillonario iba a tener una aparición, y la conversación pasa a centrarse en ella. ”Tu chica está muy buena (...). Me voy tomar un Tic-Tac (un caramelo de menta), no vaya a ponerme a besarla”, bromea Trump.
”Me atraen las mujeres bonitas automáticamente. Las comienzo a besar, es como un imán, no puedo ni esperar (...). Y cuando eres una celebridad te dejan hacer lo que quieras, puedes hacer lo que quieras (...). Agarrarlas por el c***. Puedes hacer de todo”, asegura Trump en la grabación.
El diario The Washington Post divulgó la grabación en medio de la campaña presidencial que le dio la victoria al magnate. Años después, la cinta fue retomada en el juicio por el abuso de la periodista y escritora Elizabeth Jean Carroll, en el que fue condenado esta semana a pagar cinco millones de dólares.
Trump había pedido que no se tomara como prueba pues “no está relacionado ni siquiera de manera tangencial” con esta denuncia. Sin embargo, para la defensa era importante considerar este episodio porque demostraba que la agresión sufrida por Carroll “no fue un acto aislado”.
Trump respondió a lo que dijo de una forma bastante particular. “Dije que las mujeres te dejan, no dije que agarres... Dije que las mujeres dejan, ya sabes, no usaste esa palabra, pero si miras, las mujeres te dejan... Ahora, dijeron, ¿retirarás eso? Dije, mira, durante un millón de años ha sido así”.
El magnate también se despachó contra Carroll. La tachó de “chiflada”, en un debate moderado por la CNN en el estado de New Hampshire (este), ante las risas y los aplausos de su entregada audiencia, pese a que el jurado también lo condenó por difamación. “Usted es una mala persona”, le dijo a la moderadora del debate Kaitlan Collins, cuando trataba de que tomara posición sobre temas como el aborto, para gran regocijo del público, en una escena que recordó lo que le dijo a Hillary Clinton en otro debate en 2016.
Sin embargo, pocos creen que la decisión tenga impacto en su futuro político. El video de la conversación con Bill Bush fue revelado apenas un mes antes de la presidencial de 2016, y aun así el republicano ganó las elecciones. Durante años, Trump ha sido objeto de acusaciones de conducta sexual inapropiada.
En la campaña electoral de 2016, cerca de una docena de mujeres lo acusaron de agresión sexual, lo que el magnate siempre negó y hasta la derrota ante Carroll nunca se había sentado en el banquillo por ello.
Trump también tiene abierto otro frente legal en la fiscalía de Manhattan, que le imputó 34 delitos por el pago en negro poco antes de la elección de 2016 a una actriz porno para mantener su silencio por una supuesta relación que mantuvo una década antes y que siempre ha negado.
Muchos analistas sugieren que la batería de casos legales que abruman a Trump, entre ellos su intento de revertir el resultado electoral en la elección de 2020 y la posesión de documentos clasificados, empujará a los indecisos a votar.
“Los rivales republicanos estarán en su derecho de destacar que allá donde Trump vaya, una tormenta de alegaciones desagradables le seguirán”, escribió el New York Post en un editorial el martes.
Ella es la mujer de la que Trump abusó
Cuando Joe Tacopina, el abogado de Trump, trató de quebrarla, preguntándole insistentemente por qué no gritó en el momento en que el expresidente la estaba violando, como lo sostenía, a mediados de los años noventa, ella, muy alterada, le respondió: “Nací en 1943. Soy miembro de la generación silenciosa. A las mujeres como yo se nos enseñó y entrenó para mantener la barbilla en alto y no quejarnos”.
Así, la escritora que ahora hace grandes titulares dio un leve, pero significativo dato sobre un biografía que comienza en Detroit, Michigan, donde nació en el hogar de un padre inventor y una madre política. La familia se trasladó a Fort Wayne, Indiana, donde ella fue coronada Miss Indiana University, en esa alma mater en que estudió. En 1965 apareció en el popular programa de televisión To Tell the True.
En ese tiempo era conocida Betty Jean Carroll, como la bautizaron sus padres y, según ha confesado, ya se sentía escritora. A los 12 años, por ejemplo, empezó a comunicarse con las revistas, formato que siempre adoró.
El sueño se le cumplió a punta de dedicación y cuando empezó a escribir sus primeros artículos para Esquire, ya había cambiado su nombre por Elizabeth Carroll, para reducirlo simplemente a E. Jean, como sigue siendo conocida hoy.
Uno de sus primeros grandes trabajos, cuenta The New York Times, fue un perfil de Fran Lebowitz, la escritora conocida por sus agudos comentarios sociales, para la revista Outside. Rolling Stone también la reclutó por su buena prosa y tiene un lugar en la historia de Playboy, como su primera colaboradora mujer. En esas publicaciones, se hizo conocida por sus artículos en primera persona.
Aunque el periodismo es su gran pasión, también ha cultivado con empeño otros intereses. En los años ochenta, fue guionista del programa Saturday Night Live.
En la década siguiente fue anfitriona de su propio programa de televisión, Ask E. Jean (Pregúntale a E. Jean), título igualmente de su columna de consejos en la revista Elle, quizá la labor que la ha hecho más conocida. Justamente, gracias al programa y la revista fue que Donald Trump la reconoció en el almacén Bergdorf Goodman, donde la violó, según acaba de dictaminar un jurado en una corte de la Gran Manzana.
Quizá su empresa más osada ha sido su sitio web de citas, Greatboyfriends.com, el cual tenía una particularidad y era que las mujeres podían recomendar a sus exparejas. También tuvo un servicio de “casamentera”, llamado Tawkify.
En 2019 Carroll publicó su libro de memorias, What Do We Need Men For? (¿Para qué necesitamos a un hombre?), en cuyas páginas se atrevió a hablar por primera vez públicamente de lo que vivió con Trump hacia finales de 1995 o comienzos de 1996, la fecha no ha podido precisarla.
Tal como lo volvió a asegurar en la corte, Trump primero la abordó, dejándole ver que la había reconocido. Así, empezaron a conversar y hacerse bromas, hasta que él la llevó a un vestidor, so pretexto de que se midiera unas prendas de ropa interior para un regalo. De repente, cuenta Carroll, la atmósfera jocosa se trocó en oscura, ya que él la arrinconó contra la pared, le bajó la ropa interior y la violó.
En el libro, la escritora contó que él no fue el único que abuso de ella, sino que nombró además a Leslie Moonves, expresidente de CBS.
*Con información de AFP.