Este sábado 31 de diciembre falleció el papa emérito Benedicto XVI en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano; tan solo días después de que el papa Francisco había pedido a los creyentes orar por su estado de salud, pues aseguró que el religioso de 95 años estaba “muy enfermo”.
Fue el propio Vaticano, el que se encargó de dar conocer la principal causa por la que el expontífice ―que renunció al máximo cargo de la iglesia católica en 2013― se encontraba inestable y aseguró que su delicado estado de salud se debía a su avanzada edad.
Matteo Bruni, director de la oficina de prensa de la santa sede, aseguró, tras la visita de Frnaciso, que hubo un “empeoramiento” en la salud de Benedicto, por lo que el mundo comenzó a prepararse para su despedida.
Por su parte, el papa Francisco terminó la audiencia en el aula Pablo VI del Vaticano y fue hasta el monasterio Mater Ecclesiae, donde residía Benedicto XVI.
Fuentes cercanas detallaron que Joseph Ratzinger, como se llamaba el longevo religioso, antes de la Navidad comenzó a tener problemas respiratorios. Debido al avance y las palabras del jefe de Estado católico, El Mundo de España consignó, luego de la visita de Francisco, que había “pocas esperanzas de que el papa emérito pudiera remontar”.
En vista de que Benedicto XVI era un personaje influyente y de atención mundial, empezaron a surgir las preguntas sobre cómo será el protocolo fúnebre para el religioso dedicado a la oración, la música, el estudio y la lectura, según Vatican News.
Si bien el Vaticano tiene un protocolo para despedir a los papas, aún no ha habido un comunicado al respecto por parte de la santa sede.
A pesar de ello, conocedores del tema señalan que tras la muerte de Benedicto XVI fallezca, las acciones a seguir para su funeral son parecidas a las que se implementan con un obispo retirado de Roma.
Uno de los expertos es Alberto Melloni, investigador eclesiástico que habló con AP y dijo: “El funeral de un papa emérito es el funeral del obispo emérito de Roma”.
Si las cosas son así, la despedida de Benedicto XVI del mundo terrenal tendría lugar en la Basílica de San Pedro o en la plaza, lo que cambiaría es que el soberano de la Ciudad del Vaticano, papa Francisco, estaría al frente en vez de un decano del Colegio Cardenalicio.
Luego de esto, la sepultura del expontífice sería bajo la basílica. Al tratarse de un papa emérito, Melloni consideró que el evento tendría más ostentación, pues se trata de un hombre que fue líder de la iglesia católica en 2005 y su renuncia data en 2013, por problemas físicos que le impidieron continuar.
Por último, también podría pasar que el fallecido expapa tenga cámara ardiente, tal como sucedió con la muerte de Juan Pablo II. Por otro lado, se daría un posible cambio en el ritual católico de los “novendiale”, que representa nueve días de novena antes del entierro y es para el papa reinante, más no emérito.
Actualmente, las fotografías de Benedicto XVI escasean. La última vez que el católico apareció ante el público fue a finales de agosto, cuando el papa Francisco lo visitó y le presentó a nuevos cardenales.
La cortesía y cercanía del actual papa, de 86 años, con su predecesor, fue destacada. En diferentes oportunidades, el jefe de Estado y soberano de la Ciudad del Vaticano llamó a Benedicto XVI como un “padre” y “hermano”.
De acuerdo con Vatican News, desde que el papa Francisco inició su pontificado, tenía la tradición de encontrarse con el papa emérito.