Desde hace varios días se viene especulando en redes sociales sobre la posibilidad de que un asteroide cause la destrucción masiva al chocar con la Tierra el próximo 6 de mayo de 2022, pero ¿es cierto?
Según expertos estas afirmaciones son exageradas puesto que se trata de un asteroide que ha sido registrado por la Administración Nacional de Aeronáutica y Espacio de Estados Unidos (NASA) y que ha sido registrado por el sistema de supervisión de colisiones automatizado Sentry, de esta misma entidad, que se encarga de evaluar el potencial de riesgo de objetos próximos a la Tierra en un margen de 100 años.
Este último organismo concluyó que no se tiene prevista una colación que impacte a la Tierra.
Se trata del asteroide 2019 JF1 y, se encuentra actualmente en el top cinco, de riesgos de asteroides de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés).
En junio de 2020, Luca Conversi, del Centro de Coordinación de Objetos Cercanos a la Tierra de la Agencia Espacial, afirmó que este “pequeño asteroide” no había sido observado desde su descubrimiento (hace once años) y la incertidumbre acerca de su posición era alta.
Además, explicó que de acuerdo con la ESA, mide 13 metros de diámetro y no 130, como se ha dicho, y registra una probabilidad entre 4.166 (menos del 0,01 %) de impactar en la Tierra.
Las estimaciones de la NASA, que son incluso mayores, afirman que existe una probabilidad entre 3.800, es decir, 0,026 % de probabilidad de impacto con la Tierra. Esto se traduce en que hay 99,974 % de probabilidades de que el asteroide no toque la Tierra. Con respecto al volumen y las dimensiones.
La NASA ya había anunciado con exactitud el impacto de otro asteroide en el mes de marzo
Cabe recordar que meses atrás, unos astrónomos fueron capaces de predecir exactamente dónde y cuándo impactaría un pequeño asteroide que golpeó la atmósfera sobre el Mar de Noruega antes de desintegrarse el 11 de marzo de 2022.
Dos horas antes de que el asteroide impactara, K. Sarneczky, del Observatorio Piszkésteto en el norte de Hungría, informó por primera vez de las observaciones del pequeño objeto 2022 EB5 al Minor Planet Center, el centro de intercambio de información reconocido internacionalmente para las mediciones de posición de pequeños cuerpos celestes. El objeto se publicó en la página de confirmación de objetos cercanos a la Tierra del Minor Planet Center para marcarlo para observaciones adicionales que lo confirmarían como un asteroide previamente desconocido.
El sistema de evaluación de riesgos de impacto “Scout” de la NASA tomó estas primeras medidas para calcular la trayectoria de 2022 EB5. Tan pronto como Scout determinó que 2022 EB5 iba a golpear la atmósfera de la Tierra, el sistema alertó al Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) y a la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA, y marcó el objeto en la página web de Scout para notificar el objeto cercano a la comunidad observadora.
Mantenido por CNEOS en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California, Scout busca automáticamente en la base de datos del Minor Planet Center posibles nuevos impactadores a corto plazo. CNEOS calcula todas las órbitas conocidas de asteroides cercanos a la Tierra para mejorar las evaluaciones de riesgo de impacto en apoyo de la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria.
“Scout tenía solo 14 observaciones durante 40 minutos de un observatorio para trabajar cuando identificó por primera vez el objeto como un impactador. Pudimos determinar las posibles ubicaciones de impacto, que inicialmente se extendieron desde el oeste de Groenlandia hasta la costa de Noruega”, dijo en un comunicado Davide Farnocchia, ingeniero de navegación en JPL que desarrolló Scout. “A medida que más observatorios rastrearon el asteroide, nuestros cálculos de su trayectoria y ubicación del impacto se volvieron más precisos”.
Scout determinó que 2022 EB5 entraría en la atmósfera al suroeste de Jan Mayen, una isla noruega a casi 470 kilómetros de la costa este de Groenlandia y al noreste de Islandia. A las 22.23 UTC, 2022 EB5 golpeó la atmósfera según lo predicho por Scout, y los detectores de infrasonidos confirmaron que el impacto ocurrió a la hora prevista.
Esto revela que hasta el momento se puede confiar en la tecnología para rastrear cuerpos celestes que pongan en riesgo la vida en la Tierra. Por ahora el planeta parece estar a salvo de una extinción por cuenta de un choque de asteroide.
Con información de Europa Press