Ante los acontecimientos de las últimas horas, la diplomacia rusa afirmó el sábado estar “profundamente preocupada” y pidió a todas las partes la “máxima moderación” tras los ataques en Jerusalén Este.
“Estamos profundamente preocupados por este curso de los acontecimientos. Hacemos un llamamiento a todas las partes para que actúen con la máxima moderación y eviten una mayor escalada de las tensiones”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso en un comunicado.
Los últimos acontecimientos confirman claramente la necesidad de relanzar un diálogo constructivo palestino-israelí y de renunciar a las acciones unilaterales”, subraya el comunicado.
Según Moscú, “solo se puede poner fin a la violencia repetitiva en el marco de un proceso de negociación basado en los principios del derecho internacional”, añade.
Jerusalén Este fue escenario el viernes de uno de los peores ataques a Israel de los últimos años, cuando un palestino mató a siete personas fuera de una sinagoga y fue abatido a tiros.
Este sábado, un palestino de 13 años hirió de bala a dos hombres en Jerusalén Este. El conflicto entre israelíes y palestinos está en escalada desde el jueves, tras la muerte de nueve palestinos en una redada del ejército israelí en el campamento de refugiados de Yenín, en el norte de Cisjordania ocupada.
Por su parte la Unión Europea expresó el sábado su preocupación por la escalada de violencia entre israelíes y palestinos y urgió a Israel a usar la fuerza letal solo como “último recurso”.
“La Unión Europea reconoce plenamente las legítimas preocupaciones de Israel en materia de seguridad, como demuestran los últimos ataques terroristas, pero hay que destacar que la fuerza letal solo debe utilizarse como último recurso cuando sea estrictamente inevitable para proteger vidas”, dijo el jefe de la diplomacia del bloque, el español Josep Borrell.
“La UE está muy preocupada por el agravamiento de las tensiones en Israel y en los territorios palestinos ocupados. Llamamos a ambas partes a hacer todo lo posible para iniciar una desescalada y relanzar una coordinación en materia de seguridad que es esencial para prevenir nuevos actos de violencia”, agregó.
El conflicto entre israelíes y palestinos está en escalada desde el jueves, tras la muerte de nueve palestinos, incluyendo combatientes y un anciano de más de 60 años, en una redada del ejército israelí en el campamento de refugiados de Yenín, en el norte de Cisjordania ocupada.
42 detenidos
Cuarenta y dos personas fueron detenidas para ser interrogadas tras el ataque el viernes frente a una sinagoga en Jerusalén Este, que dejó siete muertos, anunció este sábado la policía israelí.
“La policía arrestó a 42 sospechosos para interrogarlos, algunos de ellos miembros de la familia del terrorista”, precisó el comunicado policial.
El viernes por la noche, un hombre disparó y mató a siete personas cerca de una sinagoga durante las oraciones de sabbat. El atacante murió en un tiroteo con la policía.
La policía identificó al atacante como un palestino de 21 años, habitante de Jerusalén Este, el sector de la ciudad anexado por Israel después de la Guerra de los Seis Días de 1967.
No hay indicios de que haya participado anteriormente en actividades militantes o de que fuera miembro de un grupo armado palestino establecido.
Otros sospechosos detenidos viven en su barrio de Jerusalén Este, añadió la policía.
En un comunicado separado, la policía informó de que las fuerzas israelíes habían sido puestas en “máxima alerta”.
El jefe policial israelí, Kobi Shabtai, calificó la matanza en la sinagoga como “uno de los peores ataques que hemos tenido los últimos años”.
Tras el ataque, El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió “medidas inmediatas”, sin más detalles, y pidió a los israelíes no tomar la justicia por su propia mano, sino confiar en el ejército y la policía.
*Con información de AFP.