Se trata de un caza SU-27 de la Fuerza Aérea de Rusia, que impactó hace algunas horas con una aeronave no tripulada estadounidense sobre las aguas internacionales en el mar Negro. Los datos fueron brindados por la Fuerza Armada norteamericana, denunciando una maniobra “poco segura y poco profesional” por parte de dos aviones rusos.
Uno de los cazas rusos golpeó una de las hélices del dron, lo que llevó a las autoridades norteamericanas a derribarlo en el mar, según un comunicado emitido por las autoridades estadounidenses.
“Nuestra aeronave MQ-9 estaba realizando operaciones de rutina en el espacio aéreo internacional cuando fue interceptada y golpeada por un avión ruso, lo que derivó en un impacto y en la pérdida completa del MQ-9″, explicó el comandante James B. Hecker, agregando que “casi” se presenta un choque total.
El mando militar de Estados Unidos en Europa (Useucom) también aseguró que en varias oportunidades uno de los aviones rusos “arrojó combustible” y voló delante del dron “en forma irresponsable, ambientalmente cuestionable y poco profesional”.
Hecker instó a las fuerzas rusas a comportarse de manera “profesional y segura” en la zona, en la medida en que Estados Unidos y sus aliados “seguirán operando en el espacio aéreo internacional”. En este sentido, Washington denunció “un patrón de acciones peligrosas” por parte de pilotos de Rusia, en un momento especialmente delicado por la escalada de tensiones en torno a Ucrania.
De hecho, las fuerzas estadounidenses temen un “error de cálculo” y una “escalada no intencionada” de dichas tensiones.
Por su parte, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, anunció que el presidente Joe Biden ha sido informado sobre lo ocurrido, y recalcó que “no es raro” que Rusia intercepte aeronaves estadounidenses en la zona.
De hecho, reconoció que anteriormente se han producido episodios semejantes al de este martes, si bien en esta ocasión las maniobras rusas han sido “inseguras, poco profesionales e imprudentes”, recoge la CNN.
Tensión aérea en medio del conflicto
A principios de este mes, las autoridades rusas confirmaron que lograron repeler un ataque con drones de las fuerzas ucranianas en la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014, pocos días después de que se haya cumplido un año del inicio de la invasión rusa de Ucrania.
“Se impidió un intento del régimen de Kiev de llevar a cabo un ataque masivo con vehículos aéreos no tripulados contra las instalaciones de la península de Crimea”, indicó el Ministerio de Defensa en un comunicado.
Por su parte, el asesor de la Presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak, rechazó estas acusaciones e indicó que en Kiev no han llevado a cabo ningún ataque con drones contra infraestructuras civiles, tampoco en las citadas provincias rusas.
“Ucrania no ataca territorio ruso, Ucrania está llevando a cabo labores de defensa en el marco de la guerra para lograr la liberación de todos los territorios. Esto es un axioma”, subrayó en su cuenta de Twitter. Además, expresó que “el pánico está aumentando en Rusia, algo que se puede observar en el aumento de ataques contra infraestructuras a nivel nacional”.
Las autoridades ucranianas aseguraron que el Ejército logró derribar un dron ruso sobre Kiev, la capital del país, si bien las tropas están ahora tratando de hallar los restos del artefacto. El portavoz de la Fuerza Aérea, Yuriy Ignat, indicó previamente que tras hacer saltar las alarmas sobre las 11.30, las fuerzas de combate “han llevado a cabo operaciones de defensa aérea después de detectar la presencia de un dron, que ha sido golpeado”.
“La causa de esta alerta era un dron enemigo, no un globo, como se informó anteriormente. Se están realizando operaciones para determinar las características del mismo”, dijo antes de puntualizar que las fuerzas rusas han llevado a cabo ataques aéreos en el último día.
*Con información de Europa Press y la AFP.