Los centros de votación para las primarias obligatorias que definen candidatos a las presidenciales en Argentina cerraron este domingo, tal y como estaba previsto, excepto en la ciudad de Buenos Aires, informaron autoridades electorales.
La elección se desarrolló sin inconvenientes, salvo en la capital, donde a la hora del cierre aún había largas colas en numerosas mesas debido a complicaciones en la implementación del voto electrónico para elegir autoridades locales que se votaban en el mismo momento que las candidaturas nacionales. Una hora antes del cierre, había votado el 61,5 % del padrón nacional, según el Comando Nacional Electoral.
La ley dispone que los primeros resultados del escrutinio provisional se darán a conocer a partir de las 21:00 hora local (00.00 GMT del lunes), sin embargo, el Gobierno ha advertido que la complejidad del sistema de votación, especialmente por el uso del voto electrónico, podría ocasionar retrasos en el proceso de conteo de votos.
En una rueda de prensa, el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, destacó la tranquilidad con la que se desarrolló la jornada electoral y elogió el esfuerzo de la CNE, los jueces federales, las fuerzas de seguridad y las autoridades de mesa, así como el compromiso de la ciudadanía que acudió a las urnas. Además, hizo hincapié en la importancia del sistema democrático para resolver conflictos y construir una sociedad más equitativa. No obstante, advirtió que los retrasos en el recuento de votos podrían deberse a demoras en Buenos Aires y la capital.
Las PASO (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) son el primer paso necesario para participar en las elecciones generales del 22 de octubre. Para ser habilitados a competir en esos comicios, los candidatos deben obtener más del 1,5 % de las boletas válidas en estas primarias. En esta jornada, los argentinos están eligiendo a los representantes de las diferentes alianzas políticas, entre las que destacan Unión por la Patria, Juntos por el Cambio y el partido de extrema derecha La Libertad Avanza.
Una elección en medio de crisis económica
En medio de una crisis económica y con una dosis de escepticismo, los argentinos acudieron a votar masivamente este domingo en elecciones primarias para definir sus candidatos a las presidenciales de octubre, en las que se reemplazará al mandatario Alberto Fernández, un proceso de resultado incierto.
La alianza oficialista Unión por la Patria (peronismo) se alineó con la postulación del ministro de Economía, Sergio Massa, un abogado de 51 años que cultiva buenas relaciones con los actores del poder, sea los empresarios, los sindicatos o el Fondo Monetario Internacional.
De manera casi testimonial lo retó Juan Grabois, un líder de los movimientos sociales cercano al papa Francisco que pretende reflejar al ala izquierda del peronismo.
En la coalición opositora Juntos por el Cambio (centro-derecha) se desarrolla una auténtica lucha entre el alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta (57 años), y la exministra de Seguridad Patricia Bullrich (67), dos figuras entre la moderación y la intransigencia que a lo largo de la campaña han exaltado sus diferencias.
Tras años enfrascados en la polarización, que bautizaron “grieta”, para los argentinos esta elección será la primera sin los expresidentes Cristina Kirchner y Mauricio Macri, figuras tutelares del oficialismo y la oposición.
¿Un giro a la derecha?
Como fenómeno novedoso aparece el libertario y ultraderechista Javier Milei, un economista de 52 años que pretende afincarse como tercera fuerza nacional con un agresivo discurso contra lo que llama la “casta política”.
Facundo Cardozo, ejecutivo de ventas de 27 años, piensa que las cosas marchan tan mal que la propuesta de Milei es la mejor. “Hay que romper lo que está armado para después juntar las piezas otra vez y volver a empezar”, declaró después de votar.
En las legislativas de 2021, su primera elección, el partido La Libertad Avanza de Milei fue la tercera fuerza más votada en la ciudad de Buenos Aires, con el 17 %.
Aunque casi siempre han vivido en una economía en crisis, los argentinos sufren en este momento los peores indicadores en 30 años: la inflación interanual es de 115 %, una de las más elevadas del mundo, la pobreza alcanza al 40 % de la población de más de 45 millones de personas, y la moneda local, el peso, se devalúa respecto al dólar a un ritmo cada vez más veloz (17 % en el último mes).
*Con información de AFP.