El Congreso de Perú rechazó la madrugada de este sábado 28 de enero un adelanto de las elecciones generales a 2023, tal como había pedido la presidenta Dina Boluarte, intentando una salida a la grave crisis social y política que atraviesa el país desde hace siete semanas.
El congreso, con 45 votos a favor, 65 en contra y dos abstenciones, rechazó la iniciativa del adelanto de elecciones presidenciales para octubre de 2023, inicialmente previstas para abril 2024.
“Con esta votación queda rechazada la propuesta de reforma constitucional para el adelanto de elecciones”, cerró el presidente del Congreso, José Williams.
Pero al cierre de la sesión, con discusiones verbales entre congresistas rivales de fondo, el fujiomorismo presentó una “reconsideración” de esta votación que será vista el lunes 30 de enero, aunque es muy difícil que se revierta el resultado.
La propuesta presentada por el congresista fujimorista Hernando Guerra García, del partido derechista Fuerza Popular (FP), por lo tanto, se mantiene el proyecto de realizar los comicios generales en abril de 2024.
Boluarte, cuyos 50 días de gestión han estado marcados por protestas en su contra que dejan más de 50 ciudadanos y un policía muertos en enfrentamientos, había pedido que las elecciones se programaran para diciembre de este año, una manera de salir más rápido del “atolladero” actual con escenas de bloqueos, escasez y violencia en diferentes regiones de Perú.
No obstante, la propuesta de votada en el Congreso incluso anticipaba las elecciones para octubre de manera que la presidenta, los congresistas y autoridades electivas entregaran el poder en diciembre de 2023.
Pero la izquierda insistió en que debía incluirse un referendo sobre la Asamblea Constituyente, propuesta rechazada por un amplio espectro de la política peruana. Otras fuerzas denunciaron una supuesta maniobra para sacar provecho electoral de parte de Fuerza Popular, partido de la excandidata presidencial Keiko Fujimori.
La votación del sábado de madrugada en el Congreso será sometida a reconsideración el lunes, a pedido del fujimorismo, pero los analistas consideran difícil que se revierta el resultado, mientras el país se encuentra inmerso en una crisis, donde las carreteras del país se encuentran bloqueadas por cuenta de los manifestantes.
Desbloqueo de carreteras por parte de las autoridades
El gobierno anunció que la Policía y las Fuerzas Armadas desbloquearán las carreteras del país tomadas por manifestantes que exigen la renuncia de la presidenta Dina Boluarte.
“La Policía Nacional del Perú, con el apoyo de las Fuerzas Armadas, efectuará el desbloqueo de las carreteras de la Red Vial Nacional que se encuentran declaradas en estado de emergencia”, dijo un comunicado conjunto de los ministerios de Defensa y del Interior.
Los bloqueos generan escasez de productos básicos y gas licuado de petróleo, principal combustible para vehículos y uso doméstico, pero también complican los servicios médicos en varias zonas del país.
Mientras tanto en Lima, manifestantes encapuchados, con piedras y explosivos, enfrentaron a la policía antimotines. Los funcionarios respondieron con bombas lacrimógenas y perdigones, mientras en la Plaza Dos de Mayo centenares de personas se concentraron de manera pacífica.
“Estamos luchando contra esta dictadura de Dina Boluarte”, dijo Eduardo Vásquez, un manifestante limeño que repartió a manifestantes de provincias más de 500 raciones de cau cau, un plato típico con panza vacuna.
Con información de AFP