El riesgo del inicio de un conflicto bélico entre las dos Coreas es cada vez más latente. Ahora, un fuerte llamado de Kim Jong-un en el que ordenó a las fuerzas armadas de su país que intensifiquen sus maniobras a “guerra real” pone a temblar al mundo.
La información se dio conocer gracias a los medios estatales coreanos luego de que el número uno del Gobierno de Corea del Norte supervisara el disparo de una ráfaga de misiles junto a su hija.
Las fotografías mostraron de manera sorpresiva a Kim y su hija, los dos vistiendo chaquetas negras, junto a oficiales del ejército que contemplaban el lanzamiento de varias unidades de artillería.
Por su parte, el Ejército de Corea del Sur indicó que el pasado jueves 9 de marzo había detectado el disparo de un misil balístico y estudiaba la posibilidad de múltiples disparos desde el mismo lugar.
Las imágenes divulgadas por la agencia de prensa estatal KCNA mostraron al menos seis misiles lanzados a la vez por una unidad Hwasong, concebida para “misiones de ataque”.
En medio de las maniobras militares, Kim Jong-un dijo a los soldados que debían prepararse para “dos misiones estratégicas, que son, primero, disuadir la guerra y, segundo, tomar la iniciativa en la guerra”, según KCNA.
Estas unidades deberían “continuamente intensificar varias maniobras simuladas de guerra real”, agregó.
El lanzamiento también marcó la aparición de alto perfil de la hija de Kim, que según informa la inteligencia surcoreana se llamaría Ju Ae y sería su segundo descendiente.
Algunos expertos consideran que la chica de alrededor de 11 años es la heredera de facto de Kim. Los medios de Corea del Norte la identifican únicamente como su hija y no dan más detalles, ni siquiera su nombre.
Este ensayo con misiles tuvo lugar antes de que Corea del Sur y Estados Unidos desplieguen el próximo lunes 13 de marzo sus mayores ejercicios conjuntos en cinco años.
Las relaciones entre las dos Coreas se encuentran en uno de sus puntos más bajos en décadas, con el Norte intensificando sus ensayos de armas prohibidas y el Sur multiplicando sus maniobras militares con Estados Unidos.
Estados Unidos y Corea del Sur aseguran que son ejercicios defensivos, pero Pyongyang los contempla como ensayos para una eventual invasión.
Los dos países aliados también realizaron unas maniobras aéreas combinadas el pasado viernes con un bombardero de largo alcance estadounidense y aviones de combate surcoreanos, el último de varios entrenamientos conjuntos en semanas recientes.
Hace unos días el Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte le pidió a la ONU la suspensión de las maniobras militares conjuntas realizadas por Estados Unidos y Corea del Sur.
Las maniobras y la retórica de estos aliados han llevado las tensiones a un “nivel extremadamente peligroso”, dijo el viceministro Kim Son Gyong en un comunicado publicado por la agencia de prensa estatal KCNA.
“La ONU y la comunidad internacional tendrán que urgir con firmeza a Estados Unidos y Corea del Sur a detener inmediatamente sus comentarios provocadores y los ejercicios militares conjuntos”, añadió.
Los “actos irresponsables” de estos dos países solo llevarán la situación regional “a una fase muy crítica e incontrolable”, dijo Kim.
Corea del Norte culpa a Washington de lo que entiende como el colapso de los sistemas internacionales de control de armas y dijo que su propio arsenal nuclear era “la forma más segura” de garantizar el equilibrio de poder en la región.
*Con información de AFP.