El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos dio a conocer de manera oficial que la tormenta tropical Danielle, que se formó en el Atlántico, ya es un huracán de categoría 1. Eso sí, siguió señalando que no representa por el momento ningún tipo de amenaza para las zonas costeras que se encuentran en su trayectoria.
Hasta ahora, las autoridades metereológicas no han emitido ninguna alerta, ni se ha determinado alguna vigilancia especial para las zonas costeras. Tampoco se prevé que la tormenta tropical afecte a zonas pobladas.
También hay otros dos sistemas que podrían convertirse en tormenta tropical y la misma entidad sigue de cerca el paso de los fenómenos naturales. Uno de ellos, que va camino al centro del Atlántico, con 60 % de probabilidades de formación en dos días y 80 % en cinco días, y otro hacia el norte y occidente de Cabo Verde, con 40 % de probabilidades de convertirse en un evento en dos y cuatro días.
“NHC continúa monitoreando tres áreas para el desarrollo de ciclones tropicales. El sistema sobre el Atlántico subtropical central y varios cientos de millas al este de las Antillas Menores tienen altas posibilidades de formación en los próximos cinco días”, señaló el organismo.
Europa también sigue de cerca a Danielle
“La próxima semana, Danielle se acercará algo más hacia Europa continental, pero las probabilidades de que los vientos intensos asociados a este ciclón tropical afecten a España son muy bajas, inferiores al 10 % y, en todo caso, podría generar mal estado de la mar en nuestro entorno”, explicó el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología de España (Aemet), Rubén del Campo.
Del Campo precisó que Danielle producirá vientos sostenidos de más de 120 kilómetros por hora, después de que se haya observado un rápido reforzamiento del sistema a una mayor velocidad de lo previsto.
Pese a ubicarse en una localización anómala, más al norte de lo habitual, el portavoz de la Aemet puntualizó que el ciclón se está viendo favorecido por aguas más cálidas de lo normal y condiciones atmosféricas favorables, lo que le permite mantener la estructura simétrica propia de los huracanes.
La temporada de huracanes en el Atlántico, se inició el primero de junio y se acerca al pico de actividad, que regularmente se presenta en septiembre. Hasta el momento se han registrado tres tormentas formadas hasta la fecha (ningún huracán), Alex, Bonnie y Colin, la última desapareció el pasado 3 de julio.
El número de huracanes de la cuenca atlántica se ha incrementado, pasando de un promedio de 12 ciclones nombrados, seis de ellos huracanes, en promedio por temporada, entre 1981 y 2010, a 14 ciclones nombrados, siete de ellos huracanes, entre 1991 y 2020 por temporada.
Con respecto a las posibles causas de este aumento en el número de huracanes, el Servicio Meteorológico de Estados Unidos apunta varias, entre ellas, el cambio climático antropogénico, la mejora de los sistemas de observación o procesos naturales que hacen que las aguas del Atlántico sean más cálidas.
*Con información de AFP y Europa Press.