En Miami crece la angustia por los pocos resultados que tiene la operación de rescate sobre el edificio que se desplomó en Surfside. A la par, se buscan explicaciones de qué pudo pasar para que una construcción de 12 pisos se derrumbara sin razón aparente. Un informe de una constructora entregado hace dos años a la administración del edificio apunta a que pudo haber negligencia. Según el documento, conocido por SEMANA, el edificio tenía daños estructurales que debían ser reparados.
En el informe, un ingeniero señala un “error mayor”: la falta de drenaje adecuado en la terraza de la piscina había causado “daños estructurales importantes”. El documento fue entregado por Frank Morabito, de Morabito Consultants. Agregaba que el problema era que tanto la piscina como todo el diseño de plantas y jardines se habían construido sobre “una estructura plana” que impedía el buen drenaje del agua.
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El informe incluye fotos y un registro de todos los lugares del edificio donde se evidencian las fallas. “Estos documentos permitirán a la Junta del Condominio evaluar adecuadamente la condición general del edificio, notificar a los inquilinos sobre cómo pueden verse afectados y proporcionar una infraestructura segura y funcional para el futuro”, aseguró. Luego advirtió que la reparación sería muy costosa.
¿Crónica de un derrumbe anunciado?
Las investigaciones de las autoridades han demostrado que, además de que en 2018 Frank Morabito había entregado un informe advirtiendo sobre los daños con el drenaje de la piscina y la necesidad de repararlos, en los años 90 un estudio liderado por el profesor de la Universidad Internacional de Florida, Shimon Wdowinski, mostraba que el edificio venía presentando inestabilidad desde hacía varios años.
En su informe, Wdowinski explicaba por qué el hecho de haber construido el edificio sobre humedales recuperados estaba haciendo que la estructura perdiera estabilidad y se hundiera alrededor de dos milímetros cada año, y advertía que ese no era el único condominio que corría riesgo. Otros tres edificios incluidos en el documento se estaban hundiendo más rápidamente que las Champlain Towers.
La investigación de Wdowinski también informaba que edificaciones de otras áreas de la ciudad corrían riesgos similares, entre ellas Park View Island –donde hay casas y una escuela primaria cercana– y dos edificaciones en el sur de Miami Beach en el vecindario Flamingo.
Las autoridades locales siguen investigando qué pudo haber causado el desplome del edificio. Según explica el Miami Herald la mañana del 26 de junio, se sabe que el informe de Morabito documenta cómo los años de agua estancada en la cubierta de la piscina habían dañado gravemente las losas estructurales de hormigón que había debajo, y que era necesario solucionar el problema lo antes posible porque el grado de deterioro del hormigón se ampliaría exponencialmente; pero “no queda claro de inmediato si el problema fue reparado o si podría haber contribuido en última instancia al colapso parcial del edificio”.
“Ni los funcionarios ni los registros públicos indican claramente si la Asociación de Condominios abordó alguna vez los problemas planteados por Morabito en relación con la cubierta de la piscina o el garaje (que tenía grietas)”, informa el diario.
La información publicada el pasado 25 de junio a última hora mostraba que el desde mediados de mayo las Champlain Towers habían recibido al menos tres permisos de construcción: 1) una reparación del tejado, 2) reparaciones eléctricas y 3) una instalación de anclajes de seguridad en el tejado para soportar las arandelas de las ventanas. Este último permiso había sido aprobado el miércoles 23 de junio, un día antes del trágico hecho.
La secretaria municipal de Surfside, Sandra McCready, le dijo al Miami Herald que los registros eran solo “los recopilados hasta la fecha” y dio a entender que en el futuro habría más datos disponibles.
Aumenta la angustia por encontrar víctimas con vida
“Eso no es para nada una operación de rescate”. Desde su balcón, que tiene vista directa a los escombros, Maurice Wachsmann se queja de la lentitud de las operaciones de búsqueda en el edificio que se derrumbó en Surfside, cerca de Miami. Su enojo es compartido por otros residentes, quienes temen que negligencias en torno a la fiabilidad de la edificación hayan podido ser determinantes en la catástrofe.
Las autoridades locales aseguran haber desplegado a centenares de bomberos y rescatistas para encontrar sobrevivientes entre los escombros del edificio de las Champlain Towers, un inmueble de 12 pisos del que la parte con vista al mar se derrumbó en la madrugada del jueves. Hasta el momento se contabilizan cuatro muertos y 159 desaparecidos.
Los equipos remueven entre el amasijo de hormigón y chatarra, tanto por la superficie como por el subsuelo, y los bomberos perforan paredes con la esperanza de encontrar sobrevivientes. Pero a medida que pasan las horas, más se hacen sentir la impaciencia y la ira entre los allegados de los desaparecidos.
“Ahí donde nos han dicho que hay centenares de trabajadores para evacuar a la gente e intentar rescatarla, eso no es para nada una operación de rescate, no es nada”, dice Wachsmann. Su mejor amigo, Chaim Rosenberg, y algunos de sus familiares, están desaparecidos.
Partió de Nueva York junto a Mike Salberg, sobrino de Rosenberg, pocas horas después de la catástrofe, y alquiló un apartamento en el inmueble contiguo a las Champlain Towers, con vista directa sobre las operaciones. “El apartamento de mi tío está justo ahí, donde se ve esa columna violeta cerca de la puerta mosquitera”, dice Salberg mientras señala lo que era el segundo piso del inmueble.
“Alguien debe pagar”
“Ni un solo socorrista ha intentado levantar los escombros, poco a poco, incluso a mano, sin máquinas, para eventualmente evacuar personas”, afirma, estimando que puede haber sobrevivientes bloqueados en burbujas de aire. Las autoridades aseguran que comprenden la frustración de las familias.
“Nosotros les damos informaciones dos veces al día sobre los detalles de las operaciones”, aseguró el viernes por la noche la alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava. “Aún hay esperanza”, dijo, destacando que víctimas en este tipo de catástrofes han podido ser encontradas con vida “una semana después” de ocurridos los hechos.
Otros supervivientes reclaman explicaciones sobre una posible falla estructural del edificio. Según un estudio de 2020, el inmueble experimentó un hundimiento “muy sutil” en los años 1990. Janette Agüero, de 46 años, estaba con su esposo y sus dos hijos en el undécimo piso del edificio, en el lado que da hacia la calle, la madrugada del derrumbe. Se despertó por lo que sintió como “un terremoto” y bajó por las escaleras con su familia para escapar.
“Me genera mucha indignación si esto es algo que se hubiera podido evitar”, dice. Había llegado al lugar el pasado viernes y dice que escuchó varias veces “crujidos y ruidos extraños” los días previos al derrumbe, mientras se realizaban obras de mejora en el edificio. “¿Estaba el edificio tratando de darnos una señal de lo que vendría?”, se pregunta. “Tuve la posibilidad de salir, pero quiero respuestas”, dice. “Las familias de las víctimas lo merecen y alguien debe hacerse responsable. Alguien debe pagar”.
Al menos 18 ciudadanos latinoamericanos se encontraban entre los desaparecidos: nueve de Argentina, tres de Uruguay y seis de Paraguay, entre ellos la hermana de la primera dama de ese país, según los consulados. Las autoridades de Canadá indicaron el viernes que “al menos cuatro canadienses podrían estar afectados” por el derrumbe.
Surfside alberga una gran comunidad judía y los rabinos se movilizaron para brindarles apoyo a los residentes evacuados y sus familias. “Nos golpearon duro, pero todavía hay esperanza”, dijo Zalmi Duchman, de 41 años. “Los judíos creemos firmemente en los milagros y nunca nos damos por vencidos, somos resistentes y tratamos de mantenernos positivos en tiempos difíciles”.
¿Qué pudo pasar?
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, pidió que se aclaren “sin demora” las causas del derrumbe que afectó unos 55 apartamentos del edificio. “Necesitamos una explicación definitiva de cómo pudo haber sucedido esto”, dijo en rueda de prensa. “Creo que es importante que sea sin demora”, agregó, “para tener respuestas para las familias y para la gente de Florida”.
“Es un momento muy duro. Hay tanta gente esperando, ¿están vivos?, ¿qué pasará?”, dijo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante un evento en la Casa Blanca. El presidente demócrata declaró horas antes el estado de emergencia para poder proporcionar ayuda federal en las operaciones de rescate y de realojamiento de los supervivientes.
El derrumbe parcial del edificio ocurrió a la una de la mañana del jueves, provocando una gran nube de polvo que cubrió varias calles de la zona. Las hipótesis se multiplican para explicar lo ocurrido.
Un estudio realizado en 2020 mostró que el edificio, construido en 1981 a orillas del mar, se había hundido unos dos milímetros por año entre 1993 y 1999. El autor del estudio, Shimon Wdowinski, y la Universidad Internacional de Florida, donde trabaja, indicaron en un comunicado que un “hundimiento de tierra probablemente no causaría por sí solo el colapso de un edificio”. El nuevo estudio conocido, el de Morabito, fue entregado en 2018 y alertaba de fallas estructurales graves.
La investigación para determinar lo ocurrido supondrá recoger una gran cantidad de datos, toma de muestras de acero y concreto, búsqueda de señales de corrosión o de algún evento inusual previo al colapso, aseguró otro experto de la FIU, Atorod Azizinamini, jefe del departamento de ingeniería civil y ambiental. “Lamentablemente, esto no sucederá en unos días o semanas”, indicó. “Tomará algún tiempo”, agregó.
Con información de la AFP.