Tras meses de diálogos y acercamientos diplomáticos, finalmente fue el Parlamento de Turquía el que anunció a última hora de la noche de este jueves hora local, el protocolo de acceso de Finlandia debería cumplir para que la nación medioriental no se oponga a la inclusión de Helsinki a la Otan.
Según se informó, tras una intensa sesión en la Gran Asamblea Nacional turca que se prolongó durante horas, hasta bien entrada la noche, los parlamentarios turcos dieron ‘luz verde’ al ingreso de Finlandia en la OTAN, recogió la agencia de noticias Anadolu, una noticia que en algún momento se vio imposible, dada la férrea oposición del presidente turco Recip Erdogan.
Con esta votación y tras los pasos similares dados a comienzos de semana por el Parlamento de Hungría, Finlandia ha recibido ya el voto favorable de todos los Estados miembro de la Alianza Atlántica, lo que sitúa al país escandinavo en las puertas de ingresar al poderoso bloque.
Tras la noticia, el secretario general de la Otan, Jens Stoltenberg, indicó a través de sus redes sociales que celebraba la decisión de la asamblea turca con lo que Finlandia podría continuar su ingreso a la organización internacional. “Acojo con beneplácito el voto de la Gran Asamblea Nacional de Turquía para completar la ratificación de la adhesión de Finlandia. Esto hará que toda la familia NATO sea más fuerte y segura”, fueron las palabras del alto funcionario.
Una vez todos los miembros de la Alianza y los candidatos han aprobado los protocolos de adhesión, los documentos aprobados deben ser enviados a Estados Unidos, donde son depositados ante el Gobierno. El país aspirante tan solo se convierte en miembro de la Otan cuando Washington cuenta con todos los documentos, se explicó.
Es de recordar que, en los primeros meses de la guerra entre Rusia y Ucrania, Finlandia y su vecina Suecia solicitaron conjuntamente su entrada a la Otan, esto luego de haber argumentado un posible riesgo de ser atacadas por Moscú, en medio de sus intentos de ampliación territorial.
Entre tanto, se buscó que el ingreso a la Alianza Atlántica fuera ‘exprés’ y estuviera listo para la cumbre de Madrid. Sin embargo, las reticencias turcas por la supuesta connivencia de suecos y finlandeses con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y las Unidades de Protección Popular (YPG) frustraron una tramitación inmediata.
Aquella cumbre de líderes de la Otan en Madrid sirvió para que los mandatarios sueco, finlandés y turco alcanzaran un acuerdo a tres bandas en el que los escandinavos se comprometían a cooperar en materia de lucha contra el terrorismo a cambio de que Ankara desbloquease el camino hacia su adhesión.
Turquía terminó valorando los pasos dados por Finlandia y comprometiéndose a someter a votación su ingreso en la Otan, no así el de Suecia, de quien considera que no ha hecho cumplido los compromisos adquiridos. Además, una serie de protestas en Estocolmo contra Erdogan y el islam caldearon aún más la situación a comienzos de febrero.
En este contexto, y aunque en un primer momento Finlandia tenía previsto ingresar en la Alianza Atlántica de la mano de su vecino y principal aliado, finalmente no vio con malos ojos avanzar en solitario en su camino hacia el bloque debido al estancamiento del caso sueco, que parece cada vez más lejos.
La capital de Bélgica, Bruselas, acoge la próxima semana una nueva cumbre de ministros de Exteriores de los Estados miembro de la Alianza Atlántica a la que Finlandia podría acudir como el miembro número 31 del bloque, sin embargo, todavía se espera la respuesta oficial de la organización.
*Con información de Europa Press.