El rey de España, Felipe VI, encargó este martes 3 de octubre al presidente del gobierno saliente, el socialista Pedro Sánchez, presentar su candidatura al Parlamento para intentar ser investido nuevamente al frente del Ejecutivo. Así lo anunció la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol.
Para conseguir el respaldo de los diputados que su adversario conservador, Alberto Núñez Feijóo, no obtuvo en los últimos días, Sánchez tendrá que contar con el necesario apoyo de los independentistas catalanes. Estos exigen a cambio una controvertida amnistía para los separatistas con causas judiciales por el intento de secesión de Cataluña en 2017.
“Su majestad el rey”, quien consultó desde el lunes a los representantes de los diferentes partidos políticos, “me ha comunicado su decisión de proponer al señor Pedro Sánchez como candidato a la presidencia del Gobierno”, apuntó Armengol en una breve declaración televisada.
Empiezan las consultas contra el tiempo
Por su parte, Sánchez confirmó haber aceptado ser candidato a la investidura y empezará desde este miércoles las consultas con los demás grupos parlamentarios, excepto Vox. El jefe de Estado recalcó que en este proceso seguirá dándose cada paso, bajo lo dictado por la Constitución.
“Llevamos cinco semanas pendientes de una investidura que hasta el propio Feijóo sabía que no iba a prosperar desde la noche del 23 de julio. Por tanto, yo voy a iniciar la ronda de contactos con los grupos parlamentarios (...). Posteriormente, cuando hable con todos y escuche su parecer (...) fijaré posición”, dijo Sánchez.
El aún mandatario aprovechó para decir que las elecciones de hace dos meses evidenciaron cómo no se podía “presidir el gobierno sin entender la pluralidad política del Parlamento ni la diversidad territorial de la nación. Es la hora de la política, que es a que no ha hecho el Partido Popular (PP)”, continuó.
El fracaso de Núñez Feijóo
Así las cosas, el jefe del gobierno saliente, en el poder desde 2018, dará paso a una cuenta regresiva hasta el 27 de noviembre para conseguir la confianza del Parlamento. En medio de la tensión política, si no es ese el escenario, entonces habrá una convocatoria a elecciones de manera automática para enero.
Aunque Alberto Núñez Feijóo resultó vencedor en los comicios legislativos del 23 de julio, fracasó, en los últimos días, en su intento de formar gobierno y poner fin a la incertidumbre en el país europeo. Una mayoría de diputados no dio aval a su candidatura para ser investido.
Por su parte, este martes, el líder conservador Feijóo aseguró querer dar un mensaje de tranquilidad al recalcar que no le “fallaría” a los españoles. Para ello, el representante del PP señaló que se dispondrían todos los recursos y fuerza institucional, tras los resultados en las urnas, para garantizar los intereses generales e igualdad ciudadana.
“Nos esperan oscuras negociaciones y muchas mentiras para ocultar lo que probablemente tienen ya pactado: cesiones a políticos y subastas de principios”, manifestó Feijóo en un mensaje replicado en sus redes sociales.
Para él, “se va a hablar más de sillones y cargos que de los problemas ciudadanos porque habrá muchas más cesiones a políticas que reformas y en las cuales no habrá institución gubernamental, principio democrática o recurso de todos los españoles no susceptible de ser subastado”.
Entre tanto, con el respaldo de la extrema izquierda, con quien gobierna desde hace tres años, así como de los separatistas vascos, Pedro Sánchez requiere ahora los votos cruciales del partido independentista catalán de Carles Puigdemont, Junts per Catalunya, que se opuso sistemáticamente a su gobierno en los últimos años.
*Con información de AFP y Europa Press.