La cifra de muertos por el potente terremoto que estremeció Turquía y Siria superó este miércoles los 15.000, mientras los rescatistas corren en busca de sobrevivientes atrapados bajo los escombros en el clima helado. Autoridades y médicos indicaron que 12.391 personas murieron en Turquía y 2.992 en Siria tras el terremoto de magnitud 7,8, con lo que el saldo confirmado asciende a 15.383 muertos.
La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (Afad), dependiente del Ministerio del Interior turco, señaló que “después del primer terremoto se han registrado otros 648, siendo el de mayor magnitud uno de 7,6 con epicentro en Elbistan”.
En tanto, en las zonas afectadas se encuentran desplegados más de 96.600 agentes, trabajadores de organizaciones no gubernamentales, equipos de búsqueda y rescate y voluntarios.
La operación rescate
Durante dos días y dos noches desde el sismo de magnitud 7,8, miles de socorristas trabajaron en temperaturas gélidas para encontrar a sobrevivientes bajo los edificios derrumbados a ambos lados de la frontera.
El responsable de la Media Luna Roja turca, Kerem Kinik, advirtió que las primeras 72 horas eran críticas en las labores de rescate, pero señaló que estas se veían entorpecidas por las “severas condiciones meteorológicas”. Sin embargo, los trabajadores de emergencia pudieron salvar el miércoles a varios niños encontrados bajo un bloque colapsado en la castigada provincia turca de Hatay, donde municipios enteros desaparecieron.
“De repente oímos voces (...) Inmediatamente oímos las voces de tres personas al mismo tiempo”, dijo el socorrista Alperen Cetinkaya. “Esperamos más de ellos (...) las opciones de sacar gente con vida aquí son muy altas”, agregó.
En las zonas más afectadas de Turquía, los comercios estaban cerrados, no había calefacción por el corte de las líneas de gas y encontrar petróleo era complicado.
También, para muchos, era difícil encontrar esperanza. “Mi sobrino, mi cuñada y la hermana de mi cuñada están en los escombros. Están atrapados bajo las ruinas y no hay señales de vida”, decía Semire Coban, profesora en Hatay.
Las acciones del Estado
A medida que pasan las horas, también crece la frustración y el enfado por la escasa ayuda que llega a algunas áreas situadas en zonas de difícil acceso o afectadas por los conflictos geopolíticos de la zona.
Por su parte, el Gobierno de Turquía creó un Centro de Gestión de Crisis en el Ministerio de Defensa para “enfrentar este gran desastre”, con el fin de transportar al personal y el equipo de rescate a través de un puente de ayuda aérea.
El mandatario turco, Recep Tayyip Erdoğan, destacó durante su visita a la provincia de Hatay que además hay más de 52.000 heridos, mientras que 6.444 edificios han quedado destruidos. “Hemos movilizado todos nuestros medios. El Estado está trabajando junto a las autoridades, con todos sus medios”, resaltó, antes de asegurar que los trabajos de búsqueda y rescate no finalizarán “hasta que no quede nadie bajo los escombros”.
Erdoğan declaró el estado de emergencia durante tres meses en las diez provincias afectadas por los terremotos. “Estamos haciendo frente a uno de los mayores desastres no solo en la historia de la República, sino también de la región y del mundo”, manifestó, y agregó que, “es imposible estar preparado para una catástrofe así”.
Por su parte, los bomberos turcos han logrado extinguir el incendio registrado en el puerto de Alejandreta a raíz de los fuertes terremotos que sacudieron la zona, dejando ya más de 15.000 muertos en Turquía y Siria.
“El incendio en el puerto de Alejandreta, en la provincia de Hatay, ha sido extinguido. Los trabajos continúan ahora para enfriar la zona del incendio”, confirmó en Twitter el alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu.
El fuego desatado en las instalaciones portuarias, ubicadas en el extremo sur de Turquía, ha requerido un intenso trabajo por parte de los bomberos para sofocar unas llamas que dejan cientos de contenedores de mercancías incendiados.
Críticas al Gobierno
En este contexto de críticas al Gobierno, Twitter era inacesible el miércoles en los principales proveedores de telefonía móvil.
“¿Dónde está el Estado? ¿Dónde está?”, se desesperaba Ali en la ciudad turca de Kahramanmaras, en el epicentro del sismo, que todavía esperaba hallar con vida a su hermano y su sobrino.
La angustia era compartida en la localidad siria de Jindires, en una zona controlada por los rebeldes, donde “hay más gente bajo los escombros que encima de ellos”, según su residente Hassan.
“Hay alrededor de 400, 500 personas atrapadas debajo de cada edificio, con solo diez intentando sacarlos. Y no hay máquinas”, se lamentaba.
Aisladas por el régimen de Damasco, las zonas bajo control rebelde dependen de los esfuerzos de los Cascos Blancos, voluntarios de protección civil, que imploraron ayuda a la comunidad internacional.
Además, el sismo destruyó el paso fronterizo de Bab al Hawa, por donde pasa casi toda la ayuda humanitaria desde Turquía hacia las zonas rebeldes sirias, según la ONU.
“Pedimos a la comunidad internacional que asuma su responsabilidad hacia las víctimas civiles. Hace falta que los equipos internacionales de rescate entren en nuestras regiones”, dijo a la AFP su portavoz Mohammad al Chebli.
“Es una verdadera carrera contrarreloj, la gente muere a cada segundo bajo los escombros”, añadió.
A estas súplicas se sumó el miércoles el papa Francisco. “Animo a todos a solidarizarse con estos territorios, algunos de ellos ya martirizados por una larga guerra”, dijo el pontífice después de su audiencia general.
Constante ayuda internacional
La ayuda a Siria es una cuestión delicada para numerosos países occidentales. Aunque está sancionado por Bruselas, el gobierno de Bashar al Asad hizo llegar una petición formal de ayuda a la Unión Europea, indicó Janez Lenarcic, el comisario comunitario de Gestión de Emergencias.
Por ahora, Siria cuenta principalmente con la ayuda de Rusia, su aliado. En Alepo, soldados rusos salvaron un hombre de los escombros en la noche del martes al miércoles, indicó el ministerio ruso de Defensa.
“Dejen de lado la política y permitan que realicemos nuestra tarea humanitaria”, dijo a la AFP un alto responsable de Naciones Unidas, urgiendo al Gobierno de Siria a facilitar la entrega de ayuda humanitaria en las zonas bajo control rebelde.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció una conferencia de donantes para Turquía y Siria para principios de marzo, iniciativa con la que la comunidad internacional comprometerá fondos para ayudar a Turquía y Siria tras el fuerte seísmo que ha dejado miles de muertos en ambos países.
“Estamos en una carrera contrarreloj para salvar vidas. Pronto daremos ayuda de emergencia juntos. Turquía y Siria cuentan con la Unión Europea”, señaló la jefa del Ejecutivo europeo en un mensaje en Twitter en el que anunció la organización de la iniciativa junto a Suecia, país que ejerce la presidencia semestral de la UE.
Sin confirmar la fecha exacta en la que se producirá la iniciativa, Von der Leyen subrayó que la conferencia de donantes será a primeros de marzo en Bruselas. “Movilicemos fondos a nivel mundial para las comunidades afectadas”, aseguró.
Este anuncio llega en medio de los esfuerzos de los Veintisiete por desplegar equipos de búsqueda y rescate para salvar a supervivientes que se encuentren sepultados bajo los escombros. La Comisión Europea anunció una partida inicial de 6,5 millones de euros en asistencia de emergencia para Turquía y Siria para impulsar la respuesta frente al desastre registrado el pasado 6 de febrero.
Cancillería colombiana confirma que no hay colombianos afectados por terremoto en Turquía
El canciller Álvaro Leyva estuvo en el Congreso de la República radicando un proyecto de ley y aprovechó para contarles a los colombianos que, afortunadamente, no hay connacionales afectados gravemente por el terremoto que se presentó.
El ministro indicó que la Cancillería no tiene reportes de colombianos afectados por esta tragedia y que las comunicaciones recibidas fueron por parte de una connacional que vive en ese país y dijo estar sana y salva.
“Hay una colombiana que afortunadamente no fue objeto de daño, casada con una persona de allá, de la región, pero por fortuna no sucedió absolutamente nada. Sabemos que se trata de una colombiana que no ha querido dar su nombre, pero lo importante es que está ilesa y que nosotros estamos listos a prestarle el auxilio que ella solicite”, indicó el canciller.
Esa noticia fue calificada como positiva y aprovechó para anunciar que Colombia enviará ayudas humanitarias a Turquía ante la gravedad de los hechos y las múltiples afectaciones que se han presentado.
“Turquía mandó una comunicación al mundo y llegó una a Colombia pidiendo colaboración (…) Lo que sí podemos ayudar y lo que ya estamos adelantando es responder con lo que tiene que ver con cobijas, porque allá está el invierno, alimentos no perecederos, medicinas. Sí estamos atendiendo y vamos a ver si acompañamos con una partida económica que es algo nominal, pero es para demostrar que sí estamos siendo solidarios y que nos duele lo que está ocurriendo en Turquía y en Siria”, manifestó.
*Con información de Europa Press y la AFP.