El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan ha informado de la detención “arbitraria” y con violencia de Mario González, padre de César Manuel, uno de los 43 estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa, Guerrero, desaparecidos en 2014 con la complicidad de las fuerzas de seguridad.
Arresto
González fue liberado unas tres horas después de haber sido detenido en la tarde del sábado por policías de Tixtla. Los agentes lo detuvieron “con violencia sin mediar más palabra” y golpeado se lo llevaron con dirección al centro de esa ciudad, según la ONG, citada por el diario ‘La Jornada’.
“Es preocupante la actuación de la policía municipal de Tixtla. No se puede tolerar estas infames prácticas de elementos policiacos prepotentes. Es necesario que las autoridades estatales y federales revisen y castiguen a los policías que son los generadores de violencia y violan los derechos humanos”, ha apuntado Tlachinollan.
Antes de la liberación, el grupo responsabilizó al gobierno municipal y a los policías de las consecuencias del arresto y exigió conocer el paradero de González, un llamamiento al que se sumaron diversas organizaciones.
Desaparición
Los 43 jóvenes desaparecieron la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014 a las afueras de Iguala, hecho que ha simbolizado durante años la impunidad de los grupos armados y su connivencia con instituciones públicas.
La Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa ve imposible a estas alturas que los jóvenes puedan seguir con vida y el Gobierno mexicano los dio por muertos en agosto de 2022. Hasta el momento solo se han identificado restos de tres de los 43 desaparecidos.
¿Cómo pasó?
La desaparición de los estudiantes inició cuando un grupo de estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, una localidad en el estado mexicano de Guerrero, de entre 17 y 25 años, acudió a la ciudad de Iguala, en el mismo estado de Guerrero, según el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez.
De acuerdo con esta organización los jóvenes tenían la finalidad de utilizar algunos autobuses, usar para participar en la conmemoración del 2 de octubre. Esa conmemoración se refiere al 2 de octubre de 1968 cuando en la ciudad Tlatelolco, miembros del ejército dispararon contra centenares de jóvenes estudiantes reunidos en la plaza, que protestaban contra la falta de libertades en la Ciudad de México.
No era la primera vez que los jóvenes hacían uso de estos autobuses para el mismo propósito, sin embargo, ese 26 de septiembre la respuesta de las autoridades no fue la usual. De acuerdo con la organizaicón policías municipales de Iguala abrieron fuego en contra de los estudiantes, para impedir que salieran de la ciudad con los autobuses.
Los estudiantes fueron detenidos por las autoridades y habrían sido duramente agredidos. Una de las acusaciones más graves es que las agresiones se dieron de parte no solo del ejército, sino de civiles que eran parte de una estructura criminal, que trabajaría supuestamente en connivencia con autoridades militares.
Con información de Europa Press