La Marina de Indonesia ha puesto en marcha este miércoles un dispositivo de búsqueda tras perder el contacto con un submarino con 53 personas a bordo frente a las costas de la isla de Bali.

El submarino, un KRI Nanggala 402, formaba parte de una serie de maniobras militares en las aguas de Bali, si bien estas no han resultado según lo esperado, tal y como ha alertado el portavoz de la Marina Julius Widjojono.

“Se perdió el contacto temprano, hacia las 3h00 locales (19H00 GMT del martes). Las tareas de búsqueda continúan y sabemos que el área es muy profunda”, dijo el almirante Julius Widjojono, portavoz de la Marina.

Las Fuerzas Armadas indonesias han solicitado ayuda a Australia y Singapur para dar con el submarino, tal y como ha informado el diario The Jakarta Post.

A propósito, este lunes se registró un terremoto de magnitud 6,0 frente a las costas de Indonesia. El epicentro del temblor se ubicó a unos 255 kilómetros al sur de la localidad de Sinabang y con una profundidad de 10 kilómetros.

El pasado 10 de abril se registró otro sismo cerca de la isla indonesia de Java, allí por lo menos seis personas fallecieron, víctimas de un terremoto de intensidad seis registrado frente a las costas de Indonesia, de acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).

El epicentro del evento ocurrió a 82 kilómetros de profundidad y a 45 kilómetros de la localidad de Malang, en la isla de Java, según la autoridad geológica.

Restos de un buque de la Marina estadounidense

A comienzos de abril del presente año, una expedición descubrió a 6.500 m de profundidad en las costas de Filipinas los restos de un buque de la Marina estadounidense hundido durante la Segunda Guerra Mundial, informó el domingo un miembro del equipo.

“Acabamos de efectuar la inmersión a más profundidad de la historia para encontrar los restos de destructor USS Johnston”, tuiteó en su momento Victor Vescovo, fundador de la empresa estadounidense Caladan Oceanic, que dirigió el submarino que localizó al barco.

Durante dos inmersiones de ocho horas realizadas a finales de marzo, el equipo pudo filmar, fotografiar y estudiar los restos del buque, frente a las costas de las isla de Samar, indicó Caladan Oceanic, una firma especializada en tecnologías submarinas.

El destructor de 115 m de eslora se hundió el 25 de octubre de 1944, durante la batalla del golfo de Leyte, una de las mayores batallas navales en la historia y que marcó el inicio del fin para Japón.

Otros exploradores lo localizaron en el mar de Filipinas en 2019, pero la mayor parte del barco no estaba al alcance de ningún dispositivo teledirigido.

“Localizamos los 2/3 de la parte delantera del navío, de pie e intacta, a una profundidad de 6.456 m. Tres de nosotros, en dos inmersiones, examinaron el navío y rindieron homenaje a su valiente tripulación”, precisó Vescovo.

Solo 141 de los 327 tripulantes del buque sobrevivieron, según los archivos de la Marina estadounidense.

La expedición encontró intactos la proa, el puente y la sección central. El número del casco “557” seguía estando bien visible.

También se podían ver dos torres, puntos de reservas de torpedos y numerosos soportes de cañones, según la expedición.

Parks Stephenson, navegador y historiador de la expedición, señaló que en los restos del barco se podían observar los daños que sufrió durante esa intensa batalla hace más de 75 años.

“Recibió disparos del mayor buque de guerra jamás construido, el acorazado Yamato, de la Marina imperial japonesa, y contraatacó violentamente”, declaró Stephenson.

Con información de Europa Press y AFP