Un tribunal de Nicaragua declaró “traidores a la patria” e inhabilitó de por vida a ejercer cargos públicos a 94 opositores exiliados, entre ellos el escritor y exvicepresidente Sergio Ramírez.
Además de Ramírez, vicepresidente del gobierno sandinista en la década de 1980 que encabezaba el actual mandatario Daniel Ortega, entre los sancionados figura el obispo católico Silvio Báez, los excomandantes guerrilleros Luis Carrión y Mónica Baltodano, la escritora Gioconda Belli y la activista de derechos humanos Vilma Núñez.
El presidente del Tribunal de Apelaciones de Managua, Ernesto Rodríguez Mejía, leyó ante medios oficialistas la resolución que declaró la pérdida de la nacionalidad nicaragüense a las 94 personas consideradas “prófugas de la justicia”.
“Los acusados ejecutaron y continúan ejecutando actos delictivos en perjuicio de la paz, la soberanía, la independencia y la autodeterminación del pueblo nicaragüense, incitando a la desestabilización del país, promoviendo bloqueos económicos, comerciales y de operaciones financieras, todo en perjuicio de la paz y el bienestar de la población”, indicó el magistrado.
“Por estos hechos, a los acusados no se les puede considerar ciudadanos nicaragüenses”, añadió.
En la lista de sancionados hay también políticos de distintos partidos y formaciones opositoras, exfuncionarios gubernamentales, exguerrilleros sandinistas, activistas de organismos no gubernamentales y periodistas opositores.
El Canal 2 de Nicaragua publicó en su cuenta de Twitter la lista completa de los sancionados. De acuerdo con la Deutsche Welle, la sanción también supondría que los bienes que tengan todos estos ciudadanos nicaragüenses en el país serán confiscados.
“Ténganse a los acusados como traidores a la patria, por lo que se les impone las penas accesorias de inhabilitación absoluta y especial para ejercer cargos públicos, ejercer la función pública en nombre o al servicio del Estado de Nicaragua” y cargos de elección pública a perpetuidad, indicó el juez.
De acuerdo con Deutsche Welle, los delitos contra los acusados por los que deberían responder son “conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional” y “propagación de noticias falsas”. Esos delitos se han aplicado a decenas de opositores encarcelados en los últimos años en el régimen de Ortega.
Los 222 presos deportados a Estados Unidos
El Gobierno de Nicaragua liberó y expulsó la semana pasada a un grupo de 222 presos a quienes también se les despojó de su nacionalidad y sus derechos políticos, en momentos en que el presidente Ortega enfrenta presiones debido al creciente autoritarismo de su gobierno.
El escritor Sergio Ramírez, que se exilió en España, se separó en 1995 del partido Frente Sandinista para formar un movimiento disidente con intelectuales y personalidades políticas del sandinismo.
Las autoridades de Nicaragua detuvieron a centenares de opositores en el contexto de la represión que siguió a una crisis política y social con protestas callejeras que estallaron en 2018 contra Ortega, en el poder desde 2007 y reelegido sucesivamente en comicios cuestionados.
Condena de Rolando Álvarez
El obispo Rolando Álvarez se ha dado a conocer fuera de Nicaragua por ser el primer sacerdote apresado por su oposición al régimen del presidente Daniel Ortega. Álvarez se encuentra actualmente en una celda de aislamiento o castigo, conocida como “El Infiernillo”, de acuerdo con la información compartida por medios como vida nueva digital.
Álvarez fue uno de los dos nicaragüenses que iba a ser deportado a Estados Unidos con un grupo de 222 presos políticos, el pasado 8 de febrero, pero decidió quedarse en el país.
Antes de eso, el sacerdote se encontraba recluido en su casa, pero tras las dudas para ingresar al avión rumbo a Washington, Ortega optó por enviarlo a la cárcel La Modelo, donde se encontraban los demás presos.
*Con información de la AFP.