Al menos 14 personas murieron en Brasil tras el derrumbe de parte de un edificio ocupado irregularmente en el estado de Pernambuco (noreste), según lo han informado las autoridades en las últimas horas, que concluyeron la búsqueda de desaparecidos.
Un día después del desplome, los bomberos pusieron fin a las tareas de rescate y actualizaron de 11 a 14 el balance de víctimas, tras hallar el cuerpo de una mujer y dos niños bajo los escombros, informó la Defensa Civil de Pernambuco el sábado 8 de julio en horas de la tarde.
El cuerpo de Bomberos de Brasil notificó el hallazgo de seis nuevos cuerpos entre los escombros del edificio que se derrumbó a las afueras de la ciudad brasileña de Recife, lo que hizo que aumentara el balance a 14.
El derrumbe, cuyas causas ya se investigan, se produjo en un edificio de cuatro plantas de la localidad de Janga, que había recibido en varias ocasiones orden de desalojo por parte de las autoridades. Sin embargo, se mantenía ocupado pese al riesgo que ello suponía, según el portal G1.
Una mujer de 65 años y dos adolescentes fueron rescatadas de los escombros con vida, de acuerdo con la Defensa Civil, que no dio detalles sobre su estado de salud.
Las columnas del edificio que cedió tenían tres pisos y estaban acopladas a un complejo mayor de viviendas, según imágenes difundidas por la prensa local. Los servicios de emergencia se desplazaron hasta el lugar para buscar con la ayuda de perros a posibles supervivientes, ya que algunas personas se habían comunicado con el exterior.
Las columnas del edificio que cedió tenían tres pisos y estaban acopladas a un complejo mayor de viviendas, según imágenes difundidas por la prensa local.
Los apartamentos habían sido clausurados en 2010 por presentar riesgo de derrumbe, pero estaban ocupados irregularmente, según la Defensa Civil. En abril, otro edificio en condiciones similares se derrumbó en la ciudad de Olinda, Pernambuco, dejando seis muertos.
El colapso de viviendas en Brasil suele ocurrir en barrios pobres, donde la construcción ilegal es rampante y la población tiene menos acceso a casas dignas y seguras. Cuatro jóvenes de entre 16 y 22 años han sido encontrados fuera del edificio con heridas leves.
Autoridades municipales calificaron la estructura como un “edificio ataúd”, como se les conoce a los edificios que fueron construidos a gran escala en la década de 1970 en la región metropolitana de Recife, reportó el periódico Folha de Sao Paulo.
El problema de que personas usen edificios cerrados oficialmente en Paulista es “crónico”, según el comunicado del municipio. Agregó que funcionarios presentaron el problema durante una visita reciente del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, originario del estado nororiental.
Fuertes lluvias azotaron la región de Recife antes que el edificio se derrumbara en Paulista, provocando que la agencia de agua y clima de Pernambuco publicara una alerta para la zona metropolitana.
Una iglesia presbiteriana cerca de donde se derrumbó el edificio ofrecía asistencia para albergar a las familias que estaban viviendo ahí, informaron autoridades municipales. La iglesia también reúne donaciones de alimentos, ropa, colchones, agua y productos higiénicos, agregaron las autoridades.
En 2020, dos edificios construidos irregularmente en una favela de Río de Janeiro (sureste) se desplomaron tras varios días de intensas lluvias y dejaron un saldo de 24 muertos. Los períodos de fuertes lluvias también suponen un riesgo por los frecuentes deslizamientos de tierra que provocan, una seria amenaza para los habitantes de asentamientos irregulares.
En febrero, 65 personas murieron por deslizamientos causados por precipitaciones récord en Sao Sebastiao, un balneario turístico a unos 200 km de la ciudad de Sao Paulo (sureste). Unos 9,5 millones de personas viven en áreas de riesgo sujetas a deslizamientos o inundaciones en Brasil, país de 203 millones de habitantes.
Con información de AFP, Europa Press y AP*