El ministro de Relaciones Exteriores de Reino Unido, James Cleverly, defendió este martes el hecho de que Ucrania use el “derecho legítimo” de protegerse “más allá de sus fronteras” en el marco de la guerra, iniciada con la invasión rusa el 24 de febrero de 2022.
Cleverly fue cuestionado por los últimos ataques con drones sobre Moscú, denunciados este martes por Rusia, y sobre el derecho de Kiev a perpetrar ofensivas contra territorio ruso. Cleverly ha abogado por no especular sobre la autoría de los mismos.
Sin embargo, el funcionario ha aseverado que Ucrania “tiene el derecho legítimo de hacerlo (defenderse) dentro de sus propias fronteras, por supuesto, pero también tiene el derecho de proyectar la fuerza más allá de sus fronteras”.
Objetivos militares legítimos
De acuerdo con el encargado de la diplomacia británica, estos hipotéticos ataques ucranianos más allá de su territorio nacional irían encaminados a “socavar la capacidad de Rusia de proyectar la fuerza en la propia Ucrania”, recoge Sky News.
Así las cosas, Cleverly ha insistido en que estos “objetivos militares legítimos” en territorio ruso serían en todo caso, parte de las maniobras ucranianas de autodefensa: “Deberíamos reconocer esto”, ha zanjado el ministro.
El Ministerio de Defensa ruso ha asegurado este martes haber interceptado ocho drones en Moscú y ha acusado a Ucrania de estar detrás de “un ataque terrorista”. Kiev, por su parte, se ha desentendido de estos ataques.
Mijailo Podoliak, consejero de la presidencia ucraniana, aseguró el martes que Ucrania no tenía ningún “vínculo directo” con el ataque en Moscú.
Bombardeos en Ucrania
Poco antes de que trascendiera el asalto a la capital rusa, Ucrania informó de un nuevo “ataque masivo” contra Kiev en la noche, el tercero en 24 horas.
La fuerza aérea ucraniana declaró haber derribado 29 de un total de 31 drones explosivos de fabricación iraní, “casi todos cerca de la capital y en el cielo de Kiev”. Una persona murió y 11 resultaron heridas en estos bombardeos, precisó su alcalde, Vitali Klitschko.
Una serie de misiles rusos se abatieron el lunes sobre Kiev en pleno día, sembrando el pánico en las calles, tras otra noche de bombardeos. Muchos habitantes se cobijaron en refugios subterráneos, sobre todo en el metro.
En el marco de un plan de ayuda para la reconstrucción, el Fondo Monetario Internacional, FMI, anunció que Ucrania cumplía con los criterios para una nueva entrega de 900 millones de dólares.
El consejo de administración del organismo deberá ahora examinar el texto y autorizar el desbloqueo de los fondos.
Vivir en guerra
En Kiev y en numerosas ciudades ucranianas, las explosiones forman parte del día a día de los habitantes, algo que no sucedía en Moscú.
“Pensaba que todo eso quedaba lejos, que no nos afectaba, y de repente ha ocurrido esto al lado de nuestra casa”, apuntó Tatiana Kalinini, una jubilada que vive en un barrio de la capital rusa, que fue alcanzado por la caída de un dron.
Las imágenes publicadas en redes sociales mostraban rastros de humo en el cielo. Otras mostraban una ventana destrozada en un edificio.
Testigos citados por las agencias de noticias rusas afirmaron que un dron “penetró en un apartamento” situado en el piso 14 de un edificio residencial, sin explotar. Moscú y su región casi no han registrado ataques con drones, pero este tipo de operaciones sí se ha multiplicado en otras partes del territorio ruso.
A inicios de mayo, dos drones fueron derribados sobre el Kremlin, sede del poder ruso, en un ataque atribuido a Ucrania.
También se han producido ataques de drones contra bases militares e infraestructuras energéticas en Rusia
Con información de AFP y EuropaPress