La novia de Fernando Andrés Sabag Montiel, el hombre que fue detenido luego de intentar dispararle a la vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner en lo que pudo ser un magnicidio, rompió el silencio y aseguró que está desconcertada por lo que sucedió. Además, denunció haber recibido amenazas.
“Para mí era una persona copada, que hace chistes, amoroso, buena persona, no tenía pensado que sería capaz de algo así”, remarcó Ambar en diálogo con Telefe.
Cabe mencionar que Ambar había negado ser la novia de Sabag, pero luego reconoció que convivía con él hace un mes. Con ello, aseguró que era un hombre tranquilo y trabajador.
“Era tranquilo, hacía chistes, venía a trabajar. Fuimos amigos un tiempo, lo conocí en una fiesta”, aseguró Ambar.
Ambar también se refirió al allanamiento ocurrido en la casa que compartía con el agresor de la vicepresidenta y negó haber visto las cajas con balas o cualquier tipo de arma. Ella aclaró que no estaba allí todo el tiempo, ya que varias horas del día las veía ocupadas por su trabajo o por visitar familiares. “Tal vez las tenía escondidas”, supuso.
Ante esta situación, autoridades hicieron un allanamiento en la casa del Sabag, pero ella asegura que se llevaron cosas de ella y pide que se las devuelvan, porque no tiene nada que ver con lo sucedido.
“En el allanamiento se llevaron muchas cosas mías y ahora ando con lo puesto. Me gustaría que me devuelvan, aunque sea la ropa porque yo no tengo nada que ver con esto”, pidió Ambar.
En medio de la entrevista con Telefe, la joven fue consultada sobre si Sabag está medicado, a lo que respondió: “Tiene escoleosis, pero no sé si toma pastillas para algo más”. Además de ello, Ambar sostuvo que no conoce ni llamó al abogado que se presentó para defender al atacante.
“No sé de dónde salió, nunca llamé a nadie para que lo defienda”, dijo Ambar.
Ambar asegura que actualmente se encuentra viviendo una pesadilla, porque no solo la ha conmocionado el actuar de Sabag, sino que ha recibido amenazas por medio de redes sociales.
“Nos amenazan por redes, que nos quieren matar. Es una situación horrible la que estamos pasando”, denunció la joven.
Por su parte, Nicolás, otro de los amigos del trabajo de Sabag, también se defendió asegurando que lo que había sucedido no tenía nada que ver con él, pues solamente eran compañeros de trabajo y mantenían únicamente una amistad.
“Nosotros somos trabajadores, nada más. No tenemos nada que ver con esto. Cuando la gente está alterada tiende a meter todo en la misma bolsa y no es así”, agregó Nicolás, e insistió en que él, Ambar y el resto de los presentes son ajenos a ese atentado.
“Nos gritaba no, no, no”, dijo el hombre que atrapó al atacante de Cristina Kirchner
Fernando García, concejal kirchnerista del presidente Perón Guarnica quien atrapó a Fernando Sabag Montiel, la persona que quiso asesinar a Cristina Kirchner, rompió silencio y habló con El Clarín, sobre cómo logró detener al sujeto.
García, quien formaba parte del equipo de militares que colaboraba en la logística de acompañar a la vicepresidenta a entrar y salir de su domicilio, aseguró que ese día no había ninguna tensión en el lugar.
“No había tensión. Se había desplegado un operativo, se estaba coordinando todo. Capaz pasaba alguien y gritaba un insulto, pero eran episodios minúsculos”, cuenta García sobre el ambiente que se respiraba en las horas del ataque.
Muchas personas se acercaban a golpear para poder saludar a Cristina, entre ellos Fernando Sabag Montiel quien estiró el brazo entre las cabezas de los militantes y gatillo su arma Bersa calibre 380. La reaccion de la gente fue inmediata y la de García también.
“Con otro compañero avanzamos y lo pudimos reducir. Luego lo retiramos y lo llevamos unos diez metros lejos de la gente y se lo entregamos a la Policía”, dijo García.
Sin embargo, no todo paró ahí. Luego de llevar al agresor a la Policía, García volvió al lugar de los hechos y encontró toda el arma que había utilizado Sabag.
“Vuelvo al lugar y veo una persona en la esquina que me señala algo del piso. Me acerco y veo que estaba el arma tirada en la vereda. Le puse un pie encima y empiezo a llamar otra vez a la policía. Viene un custodio y se ocupa de la pistola”, contó a El Clarín.
García relata que las horas posteriores al hecho fueron muy difíciles para él y para los militares que custodiaban a la vicepresidenta. “Todavía no lo puedo creer. No dormí. Nos volvimos muy tarde de declarar, me pegué un baño y salí para la Plaza de Mayo”, relata García.
Finalmente, el concejal afirmó por medio de sus redes sociales afirmó que no se arrepiente de lo absoluto de haber expuesto su vida y atrapar al atacante. “No me arrepiento un segundo de haber avanzado con mi compañero Matías encima de este tipo. No existen palabras para describirlo”.