A través de un video colgado en las redes sociales se pudo evidenciar la angustia que tenían los brasileños en Caraguatatuba, Sao Paulo, con el paso de una tormenta que causó grandes estragos, en el mismo se puede evidenciar como las palmeras se ven de lado a lado y a poco de ser arrancadas por los fuertes vientos.
De acuerdo con las autoridades, ‘’los vientos superaron los 90 km/h, causando grandes daños en la ciudad (derribo de postes, árboles y automóviles afectados)”.
Hasta el momento las autoridades no confirman heridos ni víctimas mortales, sin embargo, no descartan que pueda haber alguna persona herida debido a las grandes ráfagas de viento.
También se conoció que aunque todavía es invierno en el hemisferio sur, Brasil registra altas temperaturas récord y tiempo seco en gran parte de su territorio.
Según el Instituto Nacional de Meteorología, la inusual ola de calor afectó el jueves a 19 de los 26 estados del país, así como a la capital, Brasilia, y trajo consigo una baja humedad.
Gran número de personas acudieron a muchas de las playas más famosas del país, como la de Copacabana, en Río de Janeiro.
Cuatro capitales estatales registraron el miércoles la temperatura más alta del año. En Cuiabá, en el centro-oeste de Brasil, las máximas alcanzaron los 41,8 grados Celsius (107,2 °Fahrenheit).
Los habitantes de Río de Janeiro y São Paulo, las dos ciudades más pobladas de Brasil, también se vieron afectados por la ola de calor. En Río, las temperaturas alcanzaron los 38,7 °C (101,7 °F) el jueves, el segundo día más caluroso de la ciudad en 2023.
Las autoridades dijeron que, en los estados nororientales de Bahía y Piauí, la humedad del aire cayó por debajo del 20%, y el gobierno recomendó a la gente evitar las actividades físicas y permanecer en interiores durante las horas más calurosas del día.
El mes pasado, Brasil vivió su julio más caluroso desde que comenzaron las mediciones oficiales en 1961, con una temperatura promedio de 23 °C (73,4 °F) .
El climatólogo José Marengo, del Centro Nacional de Monitoreo de Desastres, dijo que los días más cálidos durante el invierno son típicamente causados por una anomalía de alta presión que forma un domo sobre una franja de estados.
“Con cielos despejados y abundante sol, el suelo se calienta, iniciando un proceso que lleva a la formación de una burbuja de aire caliente que impide la entrada de humedad”, comentó a The Associated Press.
El cambio climático y el fenómeno de El Niño probablemente amplificaron las temperaturas más altas y las condiciones meteorológicas más secas, según Renata Libonati, investigadora de la Universidad Federal de Río de Janeiro.
Según Marengo, los actuales días calurosos del invierno brasileño tienen menos impacto en la población que las olas de calor registradas en Europa porque las ciudades brasileñas están más acostumbradas a las temperaturas tropicales.
Añadió que el tiempo dirá si lo que está ocurriendo esta semana es realmente una ola de calor, ya que es probable que se interrumpa con la llegada de una onda fría en pocos días.
En la cadena de noticias TV Globo, reporteros sonrientes entrevistaron a bañistas de Río de Janeiro.
“La cobertura mediática no siempre ayuda a calibrar la crisis”, señaló Claudio Angelo, del Observatorio del Clima, una red de grupos ecologistas y sociales. El lado positivo, si es que lo hay, dice, es que ahora al menos los reportajes han empezado a hablar del cambio climático.
*Con información de AP.