Un caso de necrofilia tiene atónitas a las autoridades y habitantes de Reino Unido, al conocerse que el protagonista de esta historia, identificado como David Fuller, de 67 años, participó en el abuso sexual de casi un centenar de cadáveres mientras trabajaba en dos morgues.
De acuerdo con las autoridades, el hombre en un principio fue capturado bajo una investigación que la policía británica hacía del asesinato de Caroline Pierce (20 años) y Wendy Knell (25 años) en el condado de Kent en 1987.
De hecho, este doble homicidio, conocido como ‘Bedsite Murders’, era uno de los más famosos de Inglaterra al no tenerse durante varios años ninguna pista sobre el paradero del asesino.
Sin embargo, años después se logró dar con Fuller, gracias a los reportes que hicieron los testigos en su momento sobre la presencia de un merodeador que encajaba perfectamente con los rasgos de este hombre.
Además de asesinarlas, Fuller confesó haber abusado sexualmente de los cuerpos sin vida de sus víctimas.
Algo nunca antes visto
Ahora bien, en medio de la investigación que se realizaba para intentar recolectar pruebas que comprobaran la culpabilidad de Fuller en estos asesinatos, los detectives encontraron rastros de una serie de escenas de necrofilia sin precedente alguno.
De acuerdo con las autoridades, durante su paso como trabajador en dos morgues del hospital Tunbridge Wells, ubicado en Kent, el hombre participó en la violación de al menos 99 cadáveres de niñas y mujeres, entre los nueve y los cien años.
“Nunca habíamos visto algo así antes”, indicaron representantes de la Fiscalía de Inglaterra en el reporte oficial del caso.
Según explicaron los investigadores, en la casa de Fuller, que además compartía con su esposa, fue hallado un diario personal en el que detallaba cada uno de los vejámenes que cometía a los cuerpos en la morgue.
Asimismo, se encontraron cuatro discos duros en los que almacenó cientos de miles de datos, entre imágenes y videos, en los que se evidencia de forma gráfica la “depravación inimaginable” con la que este hombre violaba los cuerpos que llegaban a las morgues en las que trabajó.
“Me dijeron que mi hija había sido violada en tres ocasiones en el depósito de cadáveres. ¿Qué piensa uno? ¿Cómo comprender tal cosa?”, fue la declaración que dio Nevres Kemal, madre de Azra Kemal, una de las jóvenes cuyo cuerpo fue víctima de los desastrosos actos sexuales cometidos por Fuller.
En conversación con los medios británicos, Kemal aseguró que como modo de consolación, ella misma decidió ingresar a la morgue en la que estaba el cuerpo de su hija para acariciarla por un par de horas antes de ser arreglada y llevada a la funeraria en la que sería velada. No obstante, lo que esta mujer no sabía es que horas antes, el hombre que debía procurar por el cuidado de los fallecidos fue el mismo que violó el cuerpo de Azra al menos tres veces.
“Entonces, mientras acariciaba el cabello de mi hija, dormía sobre su cabello, un hombre había gateado por toda su piel. Y ahí estoy yo besándola, abrazándola y diciendo mi última despedida”, agregó la madre de la víctima.
Por último, la mujer aseguró que aunque este es un episodio demasiado doloroso como para olvidarlo, no siente vergüenza por su hija; después de todo no es culpa de ella todo lo que su cuerpo experimentó aun estando muerta.
“Eso es bastante terrible, bastante terrible, sin embargo, no es la vergüenza de Azra. No es mi vergüenza. Al igual que las mujeres que son violadas en todo el mundo, ellas tienen una voz, Azra tiene una voz, yo estoy hablando por mi hija”, finalizó.
De acuerdo con las autoridades, Fuller sería condenado a dos años de prisión por los actos de necrofilia que sostuvo entre 2008 y 2020, aunque su condena terminaría siendo la máxima (cadena perpetua) por el doble homicidio cometido en 1987.