El tradicional árbol de Navidad suele acoger decoraciones como luces, bolas de cristal, estrellas, moños o bastones, así como el pesebre o tren en su base. Cada año, las personas sacan estos artículos de las cajas en las que permanecieron guardados durante varios meses, marcando el inicio de una de las épocas más felices del calendario.
Aunque generalmente los artículos navideños no albergan especies más allá de pequeños insectos o, en algunos casos, ratones que llegaron a las cajas en búsqueda de refugio, una familia en Sudáfrica se llevó un buen susto mientras decoraba su árbol de Navidad.
Según informó el medio The Mirror, una familia británica residente en Ciudad del Cabo fue la protagonista de esta curiosa historia. Rob y Marcela Wilde, quienes viven en Sudáfrica desde hace 15 años, decoraban el árbol de Navidad en compañía de sus hijos de once y siete años, sin embargo, notaron que sus gatos estaban inquietos por extrañas razones.
“Estábamos admirando nuestro trabajo cuando mi esposa Marcela señaló a nuestros dos gatos y dijo que quizá había un ratón en el árbol”, dijo Rob Wilde al medio británico.
En ese momento, la preocupación se basaba en la posibilidad de que un ratón estuviera escondido dentro del árbol, sin embargo, la sorpresa fue mayor cuando notaron la presencia de una culebra enrollada en la parte superior.
Rob conservó la calma y consultó en Google a qué especie pertenecía el reptil, de esta manera, podría tomar las medidas de prevención adecuadas si llegaba a tratarse de una culebra venenosa. Su predicción fue acertada, ya que su visitante era una culebra arborícola de El Cabo (Dispholidus typus), conocida por tener una mordida mortal.
La culebra arborícola de El Cabo mide entre un metro y un metro y medio. Aunque no tienen fama de ser agresivas, si se sienten bajo amenaza, podrían morder a un humano, inyectado una hemotoxina que inhabilita el proceso de coagulación de sangre y la víctima puede morir como resultado de hemorragias internas y externas.
Gracias a su rápida reacción, el padre de la familia Wilde identificó la especie de culebra y se contactó con un especialista para que fuera a la casa y capturara al reptil. Esta persona, según detalla The Mirror, solicitó que hicieran ruido con los papeles de regalo para asustar al visitante y evitar que descendiera del árbol de Navidad.
Finalmente, el experto llegó al hogar de Rob y Marcela Wilde para capturar a la culebra arborícola, que todavía estaba en la parte superior del árbol de Navidad. Por fortuna, el reptil no mordió a ninguno de los integrante de la familia.
Un veneno mortal
La culebra arborícola (Dispholidus typus) pertenece a la familia colubridae o colúbridos. Aunque los miembros de este grupo suelen ser considerados como “inofensivos” para el ser humano, la especie de El Cabo es la excepción.
La Dispholidus typus, también conocida como boomslang, posee afilados colmillos en la parte posterior de su mandíbula con los que inyecta una hemotoxina mortal para los seres humanos, inhabilitando el proceso de coagulación de la sangre y generando un riesgo de muerte como resultado de hemorragias internas y externas.
El veneno de la culebra arborícola de El Cabo también provoca síntomas como dolor de cabeza, náusea, somnolencia y desórdenes mentales. Además, se trata de una hemotoxina que actúa lentamente, por lo que las dolencias tardan en aparecer dependiendo del caso.
La boomslangs es una especie diurnas, es decir, está activa principalmente durante el día. Su dieta incluye camaleones y otros lagartos arborícolas, ranas, y en ocasiones pequeños mamíferos. También consume pájaros y huevos pequeños. Durante el invierno o temporada fría, la culebra arborícola de El Cabo hiberna por períodos moderados, en algunos casos, refugiándose dentro de los nidos de aves tejedoras.