Un ataque de un oso pardo dejó dos personas muertas en un parque nacional en el oeste de Canadá. Ante tal tragedia, el animal fue sacrificado posteriormente por guardabosques, según informaron las autoridades locales.
El ataque se registró el viernes en el Parque Nacional Banff, en la provincia de Alberta. La agencia de Parques de Canadá recibió una alerta de un dispositivo GPS en el valle del río Red Deer del parque el viernes por la noche que indicaba que estaba ocurriendo un ataque de oso, dijo la portavoz de la agencia Natalie Fay en un comunicado.
Se movilizó un equipo de respuesta, pero se vio obstaculizado por el mal tiempo y no pudo llegar al lugar hasta la madrugada del sábado, alrededor de la 1:00 de la madrugada, cuando los miembros del equipo encontraron los cadáveres de una pareja. Las identidades de las víctimas no han sido reveladas.
“Las condiciones climáticas en ese momento no permitían el uso de helicópteros, y el equipo de respuesta viajó por tierra durante la noche hasta el lugar”, explicó Fay.
El equipo halló un oso pardo agresivo en el área y lo sacrificó en el lugar por el bien de la seguridad pública, indicó Fay. Las autoridades cerraron partes del Parque Nacional Banff, un popular destino turístico, como medida de precaución.
Kim Titchener, fundadora de un grupo que ofrece seminarios sobre seguridad para los osos, reveló que era amiga de uno de los familiares de las víctimas, una pareja canadiense. Añadió que el perro de la pareja también murió en el ataque.
“Era una pareja amante de las actividades al aire libre con mucha experiencia”, dijo Titchener. “Habían ido a acampar”.
El comunicado de Parks Canada señaló que la Real Policía Montada de Canadá luego trasladó los cadáveres de las víctimas a Sundre, Alberta. “Este es un trágico incidente y Parks Canada desea expresar sus más sinceras condolencias a las familias y amigos de las víctimas”, se lee en el comunicado.
Oso se vuelve viral
San Pedro Garza García es una antigua ciudad mexicana, cuyo vertiginoso crecimiento no está ahuyentando la vida salvaje, como podría pensarse, sino que más bien la está atrayendo.
Como lo vienen reportando desde hace algún tiempo medios locales e instituciones ambientales, la expansión de la urbe a los cerros que la rodean ha hecho que animales habitantes de esas áreas, como los osos, sean vistos en la ciudad y cerca de sus habitantes.
Eso fue justamente lo que pasó con un ejemplar, no muy grande, que le “aguó la fiesta” a una familia que quiso tomar el desayuno en las mesas de madera del parque Chipinque.
La familia llegó y la madre se dedicó a desplegar en la tabla las viandas empacadas en recipientes plásticos. Por supuesto, la delicia central eran tacos, muy propios de la tierra.
Sin embargo, cuando los familiares estaban listos para degustar la comida, se apareció el animal, que se dio por invitado y empezó a devorar la comida con muy buen apetito.
La madre, asustada, pero en control de la situación, tomó a su hijo y lo aferró a su cuerpo tapándole la mirada. La escena se puede apreciar en el video que se volvió viral en las redes sociales.
El contraste entre la tensión de la madre y el deleite del oso es impactante. Recipiente por recipiente, el oso va dando cuenta de los manjares que, seguramente, la madre había preparado con tanto cariño y desde tempranas horas.
En medio del festín, a veces aparta el hocico de la comida y hace el amague suave de oler al niño, como tanteando la posibilidad de que sea también algo de comer, pero desiste y sigue con los tacos y sus acompañamientos.
Ante semejante cantidad de comida, cualquiera pensaría que, en un momento dado, terminará por saciarse, pero no. El animal insiste en ser el convidado de piedra de la familia hasta que no queda nada más que engullir en los recipientes.
*Con información de AP.