En medio de las tensiones que se viven en torno a la visita que adelanta la presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, a territorio de Taiwán, un viaje que despierta el rechazo y las amenazas por parte de las autoridades de China, medios internacionales han reportado que barcos de guerra estadounidenses también han arribado a inmediaciones de la isla, lo que acrecienta el escenario de incertidumbre, en tanto el hecho puede ser visto, por parte del régimen de Xi Jinping, como una provocación o factor de riesgo.
El escenario despierta la expectativa mundial y centra los ojos de la diplomacia internacional en esa región de Asia, luego de que, en respuesta a la visita de Pelosi a la isla, que China considera parte de su territorio, se reportaran, por parte del gobierno ‘independestista’ de Taipei, sobrevuelos de aeronaves pertenecientes a las fuerzas del régimen de Xi Jinping.
A través de sus redes sociales, la Séptima Flota de Estados Unidos afirmó este 2 de agosto, que actualmente, y desde comienzos del pasado mes de julio, en inmediaciones del mar de Filipinas, hace presencia el portaviones de su país USS Ronald Reagan, que se encuentra en el mar de Filipinas, explicando que este actualmente se encuentra desarrollando ‘maniobras’ en apoyo al buque de carga USS Carl Brashear.
Incluso, el pasado 31 de julio, esta misma entidad armada de Estados Unidos difundió una serie de imágenes en la que se da cuenta de dicha presencia, advirtiendo que su presencia en el área responde a “misiones de rutina’ en ese sector del Pacífico.
China anunció que su Ejército lanzaría “acciones militares selectivas” en respuesta a la visita. De hecho, Taipéi anunció que se han registrado 21 incursiones aéreas de China durante la llegada de Pelosi.
Entre tanto la Séptima Flota de Estados Unidos tuiteó este martes que el portaaviones USS Ronald Reagan, que navega por la región desde comienzos de julio, se hallaba en el mar de Filipinas, al sur de Taiwán.
No obstante, según han detallado medios internacionales, el portaviones Ronald Reagan no sería el único barco de guerra estadounidense en la zona, señalando que en inmediaciones de este de Taiwán también hace presencia el barco anfibio conocido como USS Tripoli, una información basada, según la AFP, en información entregada por el Instituto Naval de Estados Unidos, institución independiente de ese país que también ha precisado que en los dos casos se trata de embarcaciones que portan aeronaves de importante poder, refiriéndose a aviones de combate F-35 de última generación.
Pese a que los ojos mundiales están puestos en la región debido a las advertencias que, previo a la vista de Pelosi, realizó China, pidiendo a Estados Unidos no transgredir ‘líneas rojas’, so pena de atenerse a las consecuencias, las autoridades de Defensa de Estados Unidos, más precisamente el Pentágono, se han referido a la presencia de embarcaciones en la zona, aduciendo que la operación de estas no responde a la visita de la funcionaria de alto rango a la isla.
No obstante, desde las autoridades de Estados Unidos, más precisamente el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, se ha afirmado que ese país trabaja para “asegurar que Pelosi tenga una visita segura”.
Este martes, tras su arribo a Taipéi, capital de Taiwán, la representante Pelosi afirmó, a través de un comunicado, que su vista va en la misma senda del que denominó un “compromiso inquebrantable de Estados Unidos de apoyar la vibrante democracia de Taiwán”, aclarando que su agenda de reuniones con las autoridades locales versará en torno de “seguridad mutua, la asociación económica y la gobernabilidad democrática”.
La polémica visita de Pelosi a Taiwán es considerada como la de la funcionaria estadounidense de más alto rango que visita la isla desde 1997, año en el que al lugar arribó el entonces presidente de la Cámara de Representantes de EE. UU., Newt Gingrich.
Aunque Estados Unidos hasta el momento no ha reconocido oficialmente como un estado independiente a Taiwán, advirtiendo que desde finales de los años setenta ve al gigante asiático como ‘una sola China’, sí mantiene relaciones con el gobierno ‘independentista’ de Taipéi, e incluso le provee de un importante apoyo en materia militar.
*Con información de la AFP.