El gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo el domingo que está expandiendo el control que sus tropas ejercen en la frontera sur de Estados Unidos para protegerla de la “invasión” inmigrante, mientras la administración de Joe Biden lo acusa de excederse en sus atribuciones.
Flanqueado por 13 gobernadores de estados conservadores, el republicano Abbott llegó hasta el Parque Shelby, en la ciudad texana de Eagle Pass, fronteriza con México, que tiene una rampa de acceso al río Grande o Bravo, límite natural entre ambos países.
“Nos estamos uniendo para asegurar que podremos mantener nuestra garantía constitucional, que los estados puedan defenderse contra cualquier tipo de peligro o invasión inminente”, dijo Abbott en conferencia de prensa.
En las últimas horas gobernador de Texas, Greg Abbott, no dudó en criticar el plan del alcalde Eric Adams de proporcionar a los inmigrantes tarjetas de crédito prepagadas, calificando la propuesta de la Gran Manzana de “locura”, “reprensible” e incluso “ofensiva”.
“Parece que hay locura detrás de esto porque es realmente ofensivo, puede ser lo más reprensible que he visto en las últimas 48 horas”, dijo el domingo el republicano de Texas a Fox Business.
Señaló que la noticia del programa, revelada por primera vez por The Post, llega pocos días después de que los inmigrantes fueran captados en un video golpeando a dos agentes de policía cerca de Times Square, y fueron liberados en las calles sin derecho a fianza.
“Lo que está pasando en Nueva York es escandaloso y los estadounidenses de todo el país están enojados, no solo por lo que está pasando en Nueva York, sino por la causa subyacente, que son las políticas de fronteras abiertas de Joe Biden”, dijo Abbott a María Bartiromo.
Las tarjetas solo se pueden utilizar en bodegas, tiendas de comestibles, supermercados y tiendas de conveniencia, y los inmigrantes deben firmar una declaración jurada en la que juran que únicamente gastarán los fondos en alimentos y artículos para bebés o serán expulsados del programa.
El gobernador de Texas ha enviado a la ciudad de Nueva York docenas de veces durante el año pasado autobuses llenos de migrantes que cruzaron la frontera sur hacia su estado.
El gobierno federal demandó a Abbott por tomar el control de ese parque con fuerzas militares estatales y por tender alambres de púas en parte de la ribera, cuando la frontera es una jurisdicción federal.
A mediados de enero, el gobierno de Biden denunció que soldados texanos impidieron el acceso al parque a la policía federal de fronteras, para rescatar a tres migrantes que se ahogaron. Texas rechazó la acusación.
El caso llegó a la Corte Suprema, que autorizó a la policía fronteriza a cortar el alambrado, aunque no dio mayores precisiones, en un caso que aún está en proceso. Mientras tanto, las autoridades texanas continúan colocando más.
“La Guardia Nacional de Texas está llevando a cabo operaciones para ampliar este esfuerzo. No vamos a limitarnos solo a este parque. Nos estamos expandiendo a otras áreas para asegurarnos de ampliar nuestro nivel de disuasión y denegación de entrada ilegal a los Estados Unidos”, sostuvo.
Abbott responsabiliza a Biden de la crisis migratoria que afecta al país, con miles de migrantes provenientes principalmente de Sur y Centroamérica, quienes cruzan mes a mes el río en busca de una mejor situación económica.
El tema migratorio es clave en el debate con miras a las presidenciales de noviembre. Abbott respalda la candidatura del expresidente Donald Trump, favorito republicano con un fuerte discurso anti migración, mientras el demócrata Biden busca la reelección.
Con información de AFP*