Sin que hasta el momento se conocieran reacciones por parte del Gobierno chino de Xi Jinping, este domingo autoridades estadounidenses dieron a conocer que dos buques de guerra de ese país navegaron por inmediaciones de aguas ubicadas en el estrecho de Taiwán, una acción que podría subir la temperatura en las tensiones que se encendieron entre Estados Unidos y China en semanas pasadas con ocasión de la polémica visita de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes a la isla que es objeto de una polémica territorial por parte del gigante asiático.
De acuerdo con el reporte de las autoridades estadounidenses, más precisamente de la Armada, esta navegación de las embarcaciones de guerra es la primera incursión de este tipo en aguas de Asia, desde que China realizó ejercicios militares en las inmediaciones de la isla, en un despliegue de capacidades visto como una actuación disuasoria.
Desde la Armada de Estados Unidos, en referencia a dicho tránsito de sus embarcaciones por el espacio marítimo de Taiwán, se afirmó que esto es una muestra del “compromiso de Estados Unidos con una región Indo-Pacífico libre y abierta”.
Para comprender las tensiones que actualmente se viven entre Estados Unidos y Taiwán es necesario entender que estas, en semanas pasadas, llegaron a su nivel más álgido, con ocasión de la visita de Pelosi a la isla, escenario que se dio en el marco de su gira por Asia, y que no fue recibido gratamente por parte de las autoridades de Pekín, quienes rechazaron que la funcionaria estadounidense se reuniera con las autoridades elegidas localmente, las cuales no cuentan con el reconocimiento, al considerarse separatistas.
La visita de Pelosi a Taipei, capital de Taiwán, también fue vista con malos ojos, siendo esta funcionaria la persona con el tercer cargo más alto de Estados Unidos, refiriendo que esa visita podría ser vista como un respaldo de EE. UU. a la pretendida autonomía de las autoridades locales.
En su momento, la reacción de Pekín a la visita de Pelosi fue recibida con gran furia por parte del régimen de Xi Jinping, que incluso desplegó su poderío militar a través de mar y aire, además del ejercicio de maniobras militares.
Previo a esa visita, el líder de China había sostenido una conversación telefónica con el presidente Biden, para advertirle sobre las consecuencias de cruzar las líneas rojas.
Dicho escenario también se presentó en el marco de un contexto marcado por las continuas amenazas de China de incursionar en territorio taiwanés, el cual reconoce como propio, pese a que esta isla tiene su gobierno autónomo, legítimamente electo por su población de 23 millones de habitantes desde hace décadas.
China ha advertido que está dispuesta a retornar el control de la isla, inclusive si ello refiere la necesidad de desplegar sus capacidades militares para recurrir a la fuerza.
Por su parte, el Gobierno de Washington se han mantenido en su postura de reconocer la soberanía de China sobre Taipei, no obstante, también mantiene relaciones con las autoridades elegidas por los habitantes de la isla, y ha manifestado que respeta el derecho de la isla a decidir su futuro.
Sobre la navegación de los dos buques de guerra estadounidenses, se ha precisado que estos pertenecen a la Séptima Flota de ese país y que responden a características de lanzamisiles de clase Ticonderoga.
Estas dos embarcaciones corresponden al USS Antietam y el USS Chancellorsville, quienes adelantarían un recorrido de rutina, explicando que el lugar por donde transitaron corresponde a aguas permitidas de acuerdo al derecho internacional, explicando que estas estaban por fuera del llamado mar territorial correspondiente a algún país.
Desde la Casa Blanca, a su turno se aclaró que este hecho envía un mensaje claro a Pekín, advirtiendo que “la Armada estadounidense navegará, volará y operará en todos los lugares en que el derecho internacional lo permita”.
En su declaración, el vocero de la casa presidencia al de Estados Unidos, Kirby, identificado por medios internacionales como un contraalmirante retirado de la Armada, confirmó que la operación desplegada este fin de semana había sido “planeada con antelación”.
Desde China, también ha trascendió que para ellos la noticia fue entregada con mucho bombo por Estados Unidos, y su Ejército ha señalado que sigue con atención el paso de los buques.
El portavoz del ejército de China afirmó que las tropas responderían si se presentara eventualmente alguna provocación.
*Con información de AFP