Estados Unidos está reforzando el uso de aviones de combate alrededor del estratégico Estrecho de Ormuz, ubicado entre el golfo de Omán y el golfo Pérsico, para proteger a los barcos de las incautaciones iraníes. Asimismo, no oculta su preocupación por los crecientes lazos de Irán y Rusia a través del Medio Oriente.
Mediante una rueda de prensa en el Pentágono, un alto funcionario de la Casa Blanca señaló que enviarán aviones de combate F-16 a la región del Golfo este fin de semana, ya que Irán intentó hace poco apoderarse de dos petroleros cerca de esa zona.
El integrante de la defensa del país norteamericano habló bajo condición de anonimato para proporcionar detalles de las operaciones militares en la región, enfatizando que los F-16 darán cobertura aérea a los barcos que se desplazan por la vía fluvial y aumentarán la visibilidad de los militares en la zona, como medida disuasoria.
La Marina de los EE. UU. señaló que en ambos casos los buques de guerra iraníes retrocedieron cuando el USS McFaul, un destructor de misiles guiados, llegó a la escena. Además, el funcionario aseguró que está considerando una serie de opciones militares para hacer frente a la creciente agresión rusa en los cielos de Siria.
La actividad militar rusa, que ha aumentado en frecuencia y agresión desde marzo, se deriva de la creciente cooperación y coordinación entre Moscú, Teherán y el gobierno sirio para tratar de presionar a Estados Unidos para que abandone Siria.
“Rusia está en deuda con Irán por su apoyo en la guerra en Ucrania, y Teherán quiere que la nación americana salga de Siria para que pueda mover más fácilmente la ayuda letal al Hezbolá libanés y amenazar a Israel”, agregó el funcionario, citado por la agencia AP.
Luego, precisó: “Estados Unidos ha visto una mayor cooperación, colaboración, planificación e intercambio de inteligencia, en gran parte entre los líderes de nivel medio de las fuerzas Quds rusas e iraníes en Siria, para presionarlos a que retiren las tropas”.
Cabe mencionar que hay alrededor de 900 fuerzas estadounidenses en esa región, y otras entran y salen para realizar misiones contra los militantes del grupo Estado Islámico.
La semana pasada, el contralmirante Oleg Gurinov, jefe del Centro Ruso de Reconciliación para Siria, dijo que los ejércitos ruso y sirio han estado realizando entrenamiento conjunto.
Sin embargo, Estados Unidos no cree que los aviones rusos planeen arrojar bombas sobre las tropas estadounidenses o derribar aviones tripulados. Pero existe la preocupación de que los pilotos rusos derriben un dron Reaper del cielo y que Moscú cree que ese tipo de acción no obtendría una fuerte respuesta militar.
Los comandantes militares de EE. UU. y Rusia se comunican habitualmente a través de una línea telefónica de prevención de conflictos que ha estado en funcionamiento durante varios años para evitar enfrentamientos no deseados en Siria, donde ambos bandos tienen tropas en tierra y en el aire.
El funcionario señaló finalmente que en marzo pasado se produjo un incidente en el que un avión de combate ruso arrojó combustible sobre un dron de vigilancia estadounidense y luego golpeó su hélice, lo que llevó al ejército estadounidense a arrojar el MQ-9 Reaper al Mar Negro.