El balance de muertos en el ataque armado perpetrado este lunes 26 de septiembre en una escuela en la localidad rusa de Izhevsk, ubicada en la región de Udmurtia (centro), ha ascendido a 17, según confirmaron las autoridades en las últimas horas, que han detallado que entre las víctimas mortales hay 11 menores de edad y seis adultos. Además hay 24 heridos, 22 de ellos menores de edad. La crisis violenta no disminuye.
“Según el Comité de Investigación de Rusia de la Policía federal rusa, 17 personas murieron, incluidos 11 niños y seis adultos”, fueron los indicadores entregados a los respectivos medios rusos. Anteriormente, las autoridades notificaron a través de un comunicado en su canal de Telegram la muerte de 15 personas. La situación no es la mejor, y el clima en general del país, incrementa el mal clima en estos sentidos.
El atacante ha sido identificado como Artem Kazantsev, un exalumno nacido en 1988 que llevaba un verdugo, vestimenta negra y simbología nazi sobre ella, según medios rusos. Kazantsev mató a un guardia de seguridad para infiltrarse en el Colegio Número 88 de Izhevsk y se suicidó tras perpetrar el ataque. En el centro educativo estudiaban 982 alumnos y trabajaban 80 profesores.
Las autoridades rusas han abierto una investigación y ha recalcado que “las acciones de todas las personas implicadas serán analizadas desde el punto de vista legal”. Previamente, el organismo había señalado que dos guardias de seguridad habían muerto a manos del atacante, que irrumpió luego en el centro y posteriormente se suicidó.
El gobernador de la región, Alexander Brechalov, hizo referencia a lo sucedido como una “tragedia” y anunció la declaración de tres días de luto, hasta el próximo 29 de septiembre, en Udmurtia a causa de la tragedia. Además se ha facilitado dos números de teléfono para “apoyo psicológico” a familiares y amigos de las víctimas.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, realizó su debido pronunciamiento y afirmó que el responsable del ataque “aparentemente pertenece a una organización o grupo neofascista” y manifestó que el presidente del país, Vladímir Putin, traslada sus condolencias a los familiares de las víctimas de este “acto terrorista”.
El Comité de Investigación de Rusia ha identificado al responsable del ataque como Artem Kazantsev, de 34 años y antiguo alumno del centro, al tiempo que ha incidido en que “la personalidad del atacante, sus opiniones y su entorno están siendo estudiados”. “Su adhesión a opiniones neofascistas y a la ideología nazi está siendo analizada”, expresó.
Más tarde, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, reconoció sentirse “profundamente entristecido” por lo ocurrido y ha trasladado su condena “enérgica” contra este tipo de actos de violencia, según una declaración de su portavoz adjunto, Farhan Haq.
De manera infortunada estas situaciones como la mencionada se siguen presentando en diferentes partes del mundo. El porte de armas continúa incrementando con el paso del tiempo y estos homicidios colectivos se suman a una lista desgarradora a nivel mundial. El llamado de la comunidad internacional es a la paz, sin embargo, esta está muy lejana de llegar.
La situación que vive el país ruso en la actualidad no es la mejor y las amenazas de su presidente sobre posibles ataques nucleares tienen a todo el mundo con el temor de una nueva guerra, que en este caso y según expertos, sería la peor en toda la historia. El clima es pesado y cualquier cosa puede pasar. Falta paz, hay ausencia de diálogo.
*Con información de Europa Press.