Al menos 24 muertos y decenas de heridos deja el potente aluvión que arrasó el lunes una cancha deportiva en Quito, a causa de las lluvias más intensas que ha soportado la capital ecuatoriana en dos décadas.

Nadie recuerda una destrucción de tal magnitud en esta ciudad de unos 2,7 millones de habitantes, que declaró tres días de luto a partir de este martes.

El lodo y los troncos que descendieron desde una montaña se amontonaron a lo largo de más de 1 km de la avenida La Gasca, la más golpeada por la correntada.

Veinticuatro personas murieron, 48 resultaron heridas y 12 están desaparecidas, según el más reciente balance oficial.

Más temprano, el alcalde Santiago Guarderas había reportado 22 muertos y 20 desaparecidos.

El fuerte aguacero que cayó por 17 horas desprendió una ladera y formó el aluvión, que a su pasó destruyó viviendas, vehículos, postes eléctricos y una descampada cancha de barrio donde aficionados jugaban voleibol ante público.

El embalse que contenía el agua de la montaña, con capacidad para 4.500 m3, colapsó al recibir un caudal casi cuatro veces mayor, según Guarderas.

Tres días de luto

“La gente estaba jugando ahí y no alcanzó a escapar. Los agarró de repente y arrastró la cancha”, dijo a medios internacionales Freddy Barrios González.

Este obrero de 56 años estaba trabajando en los exteriores del sitio cuando los sorprendió el torrente. “Los que alcanzaron a correr se salvaron, una familia quedó sepultada. Aquí quedaron muertos, ya los sacaron”, añadió todavía con la ropa embarrada.

Desde temprano, militares con perros adiestrados rastrearon los alrededores de la cancha en busca de sobrevivientes.

El sitio estaba cercado y contaba con varias gradas. Al momento del siniestro un número indeterminado de jugadores y aficionados estaban adentro.

La correntada, que se originó en las faldas del volcán Pichincha donde se asienta la capital, afectó principalmente al sector noroccidental de la ciudad.

“Solo se escuchó una explosión”, indicó a medios internacionales Mauro Piñas, quien relató que vio descender “ríos de lodo”.

El socorrista Cristian Rivera aseguró que varias de las víctimas sufrieron hipotermia durante el aluvión y que el “lodo llegaba hasta las rodillas”. Entre las estructuras dañadas también están un puesto policial y una subestación de energía eléctrica.

“Tragedia de La Gasca”

El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, quien el lunes viajó a China, expresó por Twitter sus condolencias a los familiares de los muertos “en la tragedia de La Gasca”.

“Seguimos trabajando en las labores de búsqueda y rescate, acciones de contención, atención psicológica y traslado de heridos a casas de salud”, añadió.

Según Guarderas, Quito recibió más agua de la esperada. El sábado la lluvia alcanzó los 3,5 litros por metro cuadrado y la de este lunes, los 75 litros por m2, cuando se pronosticaban 2 litros por m2.

Es “una cifra récord, que no la habíamos tenido desde el año 2003″, enfatizó. En el foco de la emergencia hay calles cerradas por el lodazal. El servicio eléctrico se ha ido restableciendo de manera progresiva.

Hasta el fin de semana la época de lluvias, que desde octubre golpea a 22 de las 24 provincias, dejaba 18 fallecidos y 24 heridos.

Además, había 2.800 afectados y unos 200 damnificados, de acuerdo con Gestión de Riesgos.

Las afectaciones alcanzan a carreteras, áreas agrícolas y viviendas, así como centros de salud y de educación.

*Con información de AFP