Este miércoles, autoridades rusas hicieron pública una sensible decisión que complicaría aún más las relaciones entre ese país y Estados Unidos, muy deterioradas a raíz de la ocupación a Ucrania, y las represalias que ha adoptado el gobierno Biden en contra del Kremlin, representadas en fuertes sanciones económicas.
La decisión descrita corresponde a la expulsión, por parte de Rusia, de los miembros de la representación diplomática estadounidense acreditada ante el Gobierno de Moscú, y que representa lo que en materia diplomática se conoce como una acción de ‘reciprocidad’, luego de que Washington adoptara unas medidas similares en contra de los representantes del Kremlin ante el gobierno Biden.
La decisión de Rusia se conoce después de que Washington decidiera la expulsión de un total de 12 miembros de la representación diplomática acreditada por el Kremlin.
En el caso de Moscú, el anuncio de la decisión aclara que este “23 de marzo, una lista de diplomáticos estadounidenses declarados ‘personas no gratas’ fue entregada al jefe de la misión diplomática”, precisando que este fue citado a una reunión en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia.
En el mismo comunicado dado a conocer por los encargados de relaciones exteriores de Rusia, se señala que “la parte estadounidense ha recibido un aviso firme de que cualquier acción hostil de Estados Unidos contra Rusia recibirá una respuesta resuelta y apropiada”, situación que siembra un nuevo componente a la tensión despertada por los dos países, y que se conoce justo el día en el que el presidente Joe Biden viajó a Europa para participar de encuentros multilaterales que se enfocarán en la defensa de la Otan, y nuevas acciones de ‘soft power’ contra Rusia.
La acción a la que dice responder Rusia
En tanto Rusia advierte que la expulsión de los diplomáticos estadounidenses declarados personas no gratas responde a un acto de reciprocidad por una acción precedente de Estados Unidos contra la supuesta representación diplomática rusa, es necesario advertir que este se presentó a comienzos del mes en curso, y se fundamentó en que 12 agentes rusos habrían incurrido en actividades de espionaje que podrían poner en riesgo la seguridad Nacional de EE. UU.
En su momento, el embajador ruso advirtió que esa decisión sería tomada como una decisión “hostil” por parte de la Casa Blanca.
“Una amenaza real”
Este miércoles, previo al inicio de su viaje hacia Europa, el presidente de EE. UU. entregó una nueva declaración respecto a la crisis que se vive en Ucrania, refiriéndose a los medios y armas empleadas por Rusia en el ataque a ese país, más aún, luego de que la semana pasada el Kremlin admitiera haber empleado misiles hipersónicos en el ataque de algunos objetivos, lo que despertó suspicacias y temor en otros rincones del mundo.
Para Biden, no es descartable la posibilidad de que el Ejército ruso llegase a emplear armas químicas en su intento por menguar la resistencia de Kiev, a cerca de un mes de haber comenzado la invasión, y a la forma en la que los ucranianos han podido mantener la resistencia de la ocupación de su capital.
El viaje emprendido por Biden este miércoles tiene como finalidad el desarrollo de una ‘maratón diplomática’, en un viaje en el que buscará afianzar lazos con varios de sus socios en Europa, a la vez que articular la eventual respuesta a nuevas amenazas emanadas de Moscú.
En su visita a Europa, el presidente de Estados Unidos participará en tres cumbres multilaterales, incluida una reunión con otros miembros de la Otan, la cumbre del G7 y una reunión con la representación diplomática de los 27 miembros de la UE.
El surgimiento de esta confrontación en Europa y el rol de Estados Unidos ha obligado a que la política Biden hubiese dado especial importancia a los asuntos externos, incluso, dejando de lado algunos elementos del orden doméstico que han pasado a un segundo plano.
*Con información de la AFP.
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