Este lunes 9 de septiembre, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito para la Región Andina y el Cono Sur emitió un informe en el que indicó que Colombia experimentó un incremento del 13 % de cultivo de coca entre 2021 y 2022 de hasta 230.000 hectáreas, evidenciando que la frontera con Ecuador es una de las más afectadas por la situación.
De acuerdo al informe, el “77 % del incremento neto se concentró en Putumayo (alrededor de 20.000 hectáreas)” cerca de la frontera con Ecuador, un país cada vez más golpeado por la violencia ligada al narcotráfico.
El informe reveló que en Putumayo, en los límites ecuatorianos, se pasó de tener 28.205 hectáreas de hoja de coca sembradas en 2021 a 48.034 en 2022, una situación que está afectando la región, reafirmando a Quito como uno de los países más inseguros del cono sur.
Además del Putumayo, los cultivos ilícitos se concentraron en departamentos como Norte de Santander, en la frontera con Venezuela, y Nariño, en el suroccidente del país y en el Pacífico colombiano.
Así, Colombia se mantiene de lejos como el mayor cultivador de hoja de coca del mundo, por delante de Perú y Bolivia. Estados Unidos, que históricamente ha financiado la lucha antidrogas, es el mayor consumidor de la cocaína colombiana.
El organismo multilateral entregó su informe sobre los cultivos ilícitos en el país al ministro de Justicia colombiano, Néstor Osuna, quien aprovechó el escenario para explicar qué está haciendo el gobierno de Gustavo Petro para atajar este problema.
De acuerdo con las cifras del informe, el área de coca sembrada en Colombia pasó de 204.000 hectáreas en 2021 a 230.000 en 2022, es decir un 13% más.
El presidente Petro ya había revelado ese dato en medio de la Conferencia Latinoamericana y del Caribe, realizada en Cali con la presencia del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
A la par con los narcocultivos creció la fabricación de droga que sale desde Colombia, principalmente hacia Estados Unidos y Europa. De 1.400 toneladas de cocaína pasó a producir 1.738.
“El 88 % de la coca está en zonas que han permanecido afectadas por este problema durante los últimos 10 años. La coca sigue estando en donde siempre ha estado”, afirmó Leonardo Correa, coordinador regional del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos, SIMCI, organismo oficial que trabaja de la mano con Naciones Unidas en la medición de este fenómeno.
Candice Welsch, representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga, explicó diferentes aspectos del informe sobre las siembras ilegales y habló del panorama en 2023.
Según ella, “el informe mundial de drogas en 2023 encontró que el consumo global de cocaína estaría en alrededor de 22 millones de personas y que los mercados principales de la sustancia muestran tendencias divergentes”.
“Mientras en Norteamérica tiende a la estabilización, en Europa y Oceanía se observa un mayor impulso. Igualmente están emergentes los mercados nuevos en Asia, África y Latinoamérica. Esta situación tiene implicaciones en la fase de cultivos y transformación de la coca”, dijo la experta.
Welsch añadió que “además de la dinámica internacional, Colombia tiene sus propias situaciones de cambio originadas en dinámicas internas” y mencionó que en varias regiones continúa la presencia de grupos ilegales y la ausencia de institucionalidad por parte del Estado.
El presidente colombiano, el izquierdista Gustavo Petro, denunció el “fracaso” de la lucha antidrogas y planteado a Estados Unidos que defina un nuevo enfoque basado en la prevención del consumo en las economías desarrolladas.
Según el ministerio de Justicia del 2012 al 2022 se erradicaron forzosamente más de 840.000 hectáreas de coca, pero el área sembrada se incrementó en 327 %.
*Con información de AP y AFP.