Un tribunal de Birmania pronunciará el viernes la sentencia de los cinco cargos restantes en el juicio de la dirigente birmana Aung San Suu Kyi, indicó este lunes una fuente judicial a la AFP. La opositora birmana, de 77 años y premio Nobel de la Paz en 1991, se encuentra encarcelada desde el golpe militar que depuso a su gobierno en febrero de 2021.

Aung San Suu Kyi ya había sido declarada culpable de 14 delitos, entre ellos, corrupción, fraude electoral, violación de secretos de Estado y vulneración de las restricciones para frenar el covid-19. Su condena se eleva, de momento, a 26 años de prisión. Los abogados de la opositora y los de la junta militar presentaron este lunes las conclusiones de los cinco cargos pendientes de su juicio, que transcurre a puerta cerrada.

Estos cargos están relacionados con el alquiler de un helicóptero por un ministro de su gobierno. “El próximo viernes (30 de diciembre), se pronunciará la sentencia”, indicó una fuente judicial, que prefirió mantenerse en el anonimato.

Manifestantes antigolpistas muestran fotografías del depuesto líder birmano Aung San Suu Kyi en Yangon, Myanmar, el martes 2 de marzo de 2021. | Foto: Copyright 2021 The Associated Press. All rights reserved.

Ese veredicto pondrá punto final a un proceso considerado como un juicio político y una impostura por las asociaciones de defensa de los derechos humanos. La condena de Aung San Suu Kyi podría alargarse con 75 años más de prisión.

Aung San Suu Kyi, que es hija de un héroe de la independencia birmana, fue detenida el mismo día del golpe de Estado, el 1º de febrero de 2021, y condenada apenas tres días después por la importación ilegal de walkie-talkies. Numerosas voces denuncian un hostigamiento judicial, básicamente por motivos políticos, con el fin de apartar de la vida pública a la vencedora de las elecciones legislativas de 2015 y 2020.

El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó el miércoles pasado una resolución en la que pedía el final de la violencia en Birmania y la liberación inmediata de todos los presos políticos, como Aung San Suu Kyi. Fue la primera vez desde hacía décadas que este organismo de Naciones Unidas se pronunciaba sobre la situación en Birmania.

Manifestantes protestan contra el arresto y disgusto por parte de la junta militar de los legisladores del partido Liga Nacional para la Democracia, el ministro principal de la región de Mandalay, Zaw Myint Maung, y el alcalde Ye Lwin, frente al tribunal del municipio de Aung Myay Thar Zan en Mandalay, Myanmar, el jueves 18 de febrero de 2021. | Foto: AP

Desde que empezó su juicio, en junio de 2021, a Aung San Suu Kyi solo se la ha visto una vez, tras la publicación en medios estatales de fotografías de ella en una sala vacía. Según Sean Turnell, uno de sus asesores, la opositora se encuentra “bien” y “está convencida de que volverá”, declaró al Financial Times.

El consultor Richard Horsey considera “poco probable” que la junta militar vuelva a acusar a Aung San Suu Kyi de nuevos delitos. Los militares pretenden calmar la situación en el país, con la mirada puesta en la conmemoración del 75º aniversario de la independencia de Birmania, en 2023, y las elecciones que se celebrarán a mediados del año que viene.

Tras estos comicios, el régimen militar “podría ponerse en contacto con Suu Kyi e intentar utilizar estas negociaciones para intentar dividir a la oposición”, explicó Horsey, del International Crisis Group. El analista Soe Myint Aung considera que “hay una posibilidad de indulto y de liberación inesperada” de Aung San Suu Kyi, una vez se termine el juicio. “El régimen militar seguramente crea que Suu Kyi puede tener un rol para apaciguar las tensiones sociales y la resistencia armada”, sostiene el experto.

Con información de AFP.