Donald Trump no asumirá el cargo hasta el 20 de enero, pero en el escenario mundial ya actúa como si fuera el presidente de Estados Unidos. El republicano va estampando su sello en la diplomacia estadounidense, al menos en las crisis de Siria y Ucrania.

Los líderes mundiales se suceden para hablar con él y fue tratado como el invitado de honor en la gran reapertura de la catedral de Notre Dame en París el fin de semana. El presidente saliente, el demócrata Joe Biden, de 82 años, estuvo ausente en la ceremonia y su presencia se va desvaneciendo.

“No es sorprendente en absoluto que Trump busque ya empezar a jugar el papel de presidente en la sombra”, dijo Colin Clarke, director de investigación en la consultoría de seguridad The Soufan Group, a la AFP. “Y ni siquiera creo que sea inapropiado en este momento”. Trump se enfrenta a una situación internacional más volátil que durante su primer mandato.

“El mundo parece estar un poco loco en este momento”, dijo Trump cuando se reunió con el presidente francés Emmanuel Macron el sábado en su primer viaje al extranjero desde las elecciones del 5 de noviembre.

Donald Trump toma posesión de su cargo el próximo 20 de enero de 2025. | Foto: 2024 Getty Images

Trump, que presume de no ser intervencionista, dice tener la intención de mantener a Estados Unidos fuera de guerras en Oriente Medio y aboga por reducir la ayuda estadounidense a Kiev. Cuando el expresidente sirio, Bashar al Asad, se tambaleaba el sábado, Trump afirmó en su red Truth Social que Estados Unidos “no debería involucrarse”, a pesar de que todavía tiene cientos de tropas en el norte del país.

Pero la repentina caída de Asad a manos de los rebeldes liderados por islamistas complicará su deseo de ignorar esta región. Por lo pronto, busca sacar provecho. El domingo estimó que Rusia ha abandonado a su aliado Asad porque está centrada en la guerra en Ucrania, y es “el momento de actuar” para Vladímir Putin y buscar un alto el fuego con Kiev.

En otro frente, Trump, quien ha prometido un firme apoyo a Israel, ha advertido que los militantes de Gaza pagarán un alto precio si no han liberado a los rehenes cuando él haya asumido el cargo. Estas tomas de posición son habituales en Trump, amigo de revelar sus políticas en las redes sociales.

Donald Trump ha mantenido un diálogo permanente con presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, para lo que asegura que será el fin de la guerra con Rusia. | Foto: Copyright 2024 The Associated Press. All rights reserved.

A principios de este mes, utilizó una serie de publicaciones nocturnas en Truth Social para anunciar su intención de imponer aranceles a México, Canadá y China si no detenían lo que él llamó: “Un flujo de migrantes y drogas hacia Estados Unidos”.

“Sus recientes declaraciones y acciones sobre la política exterior de Estados Unidos pueden ser inusuales en comparación con otros presidentes estadounidenses entrantes, pero son completamente coherentes con su propia conducta pasada”, explicó Brian Finucane, un asesor del Grupo de Crisis Internacional.

La presidencia en la sombra de Trump es aún más potente porque los líderes extranjeros ven cada vez más al envejecido Biden como “básicamente inexistente”, dijo Clarke. “La mayoría de los líderes mundiales están preparados para avanzar y empezar a pensar en cómo lidiar con una administración Trump entrante”, añadió.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, flanqueado por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski. | Foto: AFP or licensors

Entre ellos figura el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, quien, a pesar de que teme que Trump pueda empujar a Ucrania a un acuerdo que le haga perder territorio en favor de Rusia, se reunió con el presidente electo en París bajo, con Macron como anfitrión. Esto crea una situación delicada para Biden, que trata de apuntalar su legado en política exterior frente al hombre que una vez calificó de amenaza para la democracia.

El demócrata saliente ha impulsado la ayuda militar a Ucrania en sus últimos meses y se ha atribuido en parte la caída de Asad y el acuerdo de alto el fuego en el Líbano. Pero Trump heredará de Biden uno de los retos de política exterior más espinosos de todos los presidentes en décadas. “Eso forma parte de ser presidente (…) No solo es el presidente en los buenos tiempos, sino también en los tiempos difíciles”, concluyó Clarke.

*Con información de AFP.