Más de 49 millones de personas han visitado el memorial del campo de concentración de Auschwitz en el sur de Polonia desde que se inauguró en 1947. Más de dos millones de visitantes de todo el mundo suelen visitarlo cada año. Sin embargo, desde la pandemia de coronavirus se ha reducido el número de visitantes a alrededor de 500.000. Hasta 1945, este enorme complejo del campo de concentración nazi se extendía unos 50 kilómetros al oeste de Cracovia, en las afueras de la pequeña ciudad de Auschwitz. Hoy en día, allí hay un museo estatal y un memorial.
En el pasado, fue una máquina de exterminio industrial de proporciones inimaginables. Solo el museo, en el campo principal de Auschwitz y el extenso sitio conmemorativo de Auschwitz-Birkenau, como se puede ver en la actualidad, cubren 191 hectáreas. DW resume aquí lo que significa “Auschwitz”, en hechos y cifras históricas:
1. La ciudad de Oświęcim (Auschwitz)
Auschwitz, en polaco Oświęcim, era en sus orígenes una pequeña ciudad que perteneció a Austria, Prusia y luego de nuevo a Polonia. En 1348, se incorporó al Sacro Imperio Romano Germánico y el idioma alemán se convirtió en el idioma oficial.
La economía de la ciudad mejoró cuando empezó a funcionar una estación de tren alrededor de 1900. Después de la Primera Guerra Mundial, la ciudad volvió a formar parte de Polonia. Se necesitaba alojamiento para los muchos trabajadores temporales y migrantes en las áreas industriales circundantes de la Alta Silesia y Bohemia. Fueron alojados en casas de ladrillo recién construidas y barracones de madera. Más tarde, esas construcciones fueron la base del campo de concentración nazi de Auschwitz.
Poco después del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, en septiembre de 1939, la ciudad fue ocupada por la Wehrmacht alemana y anexada al Reich alemán. En 1940, los escuadrones de las SS, bajo el liderazgo de Heinrich Himmler, pudieron convertir rápidamente el área en un campo de concentración, en el campo principal Auschwitz I. Posteriormente, se agregó Auschwitz II, otro enorme recinto del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau.
2. La población judía
Antes de la Segunda Guerra Mundial, más de la mitad de los 12.000 residentes de Auschwitz era judía. La comunidad judía había crecido significativamente como resultado de la inmigración. No había apenas alemanes en el lugar. Esto cambió después de que la Wehrmacht de Hitler atacara Polonia, el 1 de septiembre de 1939, y ocupara el país.
La población judía se vio obligada a ceder sus casas a alemanes, fueron aislados en guetos o, como muchos otros polacos, deportados, obligados a hacer trabajos forzados. Los judíos polacos restantes vivían hacinados y aislados del resto de la población en el casco antiguo. A partir de 1940, obligados por las SS, construyeron el campo de concentración planificado o fueron enviados a otras partes del país para realizar trabajos forzados. Los pocos sobrevivientes fueron asesinados en Auschwitz, después de 1942.
3. El eje estratégico
La ciudad estaba ubicada en un nudo ferroviario estratégicamente favorable para los nazis, porque las líneas ferroviarias del sur de Praga y Viena se cruzaban con las de Berlín, Varsovia y las áreas industriales del norte de Silesia. Este eje estratégico contaba con todos los requisitos para los transportes masivos planificados desde el llamado “Viejo Reich”, es decir, las áreas de Alemania dentro de las fronteras de 1937.
Adolf Eichmann, oficial de las SS, fue responsable del transporte ferroviario de los deportados a los campos de exterminio en el este. También preparó los archivos para la “Conferencia de Wannsee”, el 20 de enero de 1942, en la Oficina de Seguridad del Reich en Berlín. Allí se decidió el plan asesino de una “solución final a la cuestión judía europea”.
4. Los campos de concentración
Después de Dachau (el primer campo de concentración, en 1933), Sachsenhausen, Buchenwald, Flossenbürg, Mauthausen y el campo de mujeres Ravensbrück, Auschwitz fue el séptimo campo de concentración y el más grande. Además del campo de concentración principal (Auschwitz I), estaba el enorme campo de exterminio de Birkenau (Auschwitz II), donde se ubicaron los crematorios, otros campos de concentración más pequeños, y también estaban los campos de trabajo de Buna y Monowitz.
Después de la Conferencia de Wannsee, desde la primavera de 1942, el campo de concentración de Auschwitz se amplió para convertirse en una máquina sistemática de exterminio y asesinato. El ejecutor de esta ideología nazi de motivación política y racial fue Rudolf Höss, quien estaba a cargo del campo de concentración como comandante de las SS. Hasta su reemplazo en noviembre de 1943, fue responsable de los guardias de las SS y de toda la administración del campo de Auschwitz.
5. El ámbito de influencia de las SS
Las SS se encargaron de instruir y dirigir a los guardias del campo de Auschwitz-Birkenau. Ya en la primavera de 1942, se desplegaron 2.000 guardias de las SS en el complejo. Hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, a fines del verano de 1944, más de 4.000 miembros de las SS estaban de servicio allí. Esto incluía a guardias del campo de concentración, mecanógrafos, enfermeras, etc. Es decir, empleados por las SS sin ninguna insignia de rango. Durante todo el período, más de 8.000 miembros de las SS y sus familiares trabajaron en el campo de concentración de Auschwitz.
El control de los negocios industriales y artesanales locales, que se habían asentado alrededor del Auschwitz para beneficiarse de la construcción del campo de concentración, también estaba en manos de las SS. Allí tuvo lugar el llamado “asentamiento de las SS”, donde los guardias vivían con sus familias, fuera del vallado del campo de concentración. Era una parte de la ciudad con muchas comodidades para los residentes locales.
6. La fábrica de la muerte
A partir de 1942, el campo se convirtió en lugar de exterminio masivo. Alrededor del 80 % de los recién llegados no fueron registrados como prisioneros, sino que, inmediatamente después de su llegada, fueron enviados a las cámaras de gas. En la primavera de 1943, se pusieron en funcionamiento hornos adicionales en los crematorios recién construidos en el complejo del campo ampliado de Auschwitz-Birkenau. Las SS probaron su capacidad de funcionamiento con el transporte y exterminio de prisioneros: después de un viaje agónico, 1.100 hombres, mujeres y niños fueron asesinados en una cámara de gas llena de Zyklon B. Sus cenizas fueron esparcidas en los lagos circundantes.
El supervisor de la obra del campo de concentración de Auschwitz, el oficial de las SS Karl Bischoff, informó a Berlín en el verano de 1943: “De ahora en adelante, se pueden incinerar 4.756 cadáveres en 24 horas”. Para acelerar la selección a la llegada de los transportes, se construyó en Birkenau una rampa de tres vías, que todavía se puede ver hoy en Auschwitz-Birkenau.
A fines del otoño de 1944, llegó a Auschwitz el último transporte de judíos de toda Europa. Entre los deportados de los Países Bajos ocupados se encontraba Ana Frank, de 15 años. Sus diarios, conservados por casualidad, son un desgarrador documento contemporáneo de la persecución de los judíos por parte de los nacionalsocialistas.
7. La cifra de víctimas mortales
El número de víctimas del Holocausto en Auschwitz varía. Cada año aparecen nuevos detalles por hallazgos en archivos históricos y patrimonios. No se puede determinar el número exacto de víctimas. Las estimaciones científicas suponen que más de cinco millones de personas fueron deportadas al sistema de campos de concentración nazi. Muy pocos prisioneros sobrevivieron.
En diciembre de 2019, se publicaron los resultados de un proyecto de investigación encargado por el Memorial de Auschwitz-Birkenau. Se pudo identificar a más del 60 % de los prisioneros registrados por la administración del campo de concentración de las SS en aquel entonces. Sin embargo, la cifra no incluye a los más de 900.000 deportados que nunca fueron registrados y fueron asesinados inmediatamente después de su llegada a Auschwitz-Birkenau.
Los números de identificación de los prisioneros solo se tatuaban a aquellos que habían sobrevivido al proceso de selección en la llamada “rampa judía” y estaban destinados a trabajar para el sistema en los campos de las SS. La mayoría de los deportados, ancianos, enfermos, mujeres y niños pequeños, eran conducidos directamente a las cámaras de gas sin ser registrados y eran brutalmente asesinados allí por las SS.
Según la información del memorial, más de 1,1 millones de personas murieron en el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau. El 90 % de ellos eran judíos, la mayoría de Hungría, Polonia, Italia, Bélgica, Francia, Países Bajos, Grecia, Croacia, la Unión Soviética, Austria y Alemania. Sinti y romaníes, homosexuales, católicos y seguidores de los testigos de Jehová, personas con discapacidad y opositores políticos, también fueron víctimas de la maquinaria de exterminio de los nazis.
8. La liberación de los prisioneros del campo de concentración
Cuando el Ejército soviético llegó al campo de concentración de Auschwitz, el 27 de enero de 1945, los soldados solo veían imágenes horribles: apenas habían sobrevivido unos 7.000 prisioneros demacrados y moribundos, 500 de ellos eran niños. Muy pocos podían mantenerse erguidos, muchos yacían apáticamente en el suelo. Estaban demasiado débiles para marchar hacia el oeste con temperaturas bajo cero, como los guardias de las SS obligaron a hacer a decenas de miles de prisioneros, en las llamadas “marchas de la muerte”.
Las SS evacuaron apresuradamente el campo de concentración a fines de enero y trataron de eliminar las huellas de su maquinaria asesina: archivos, certificados de defunción, muchas cosas se quemaron rápidamente. Pocos documentos y fotos han sobrevivido. La mayoría de los cuarteles del campo, las cámaras de gas y los crematorios volaron por los aires a propósito.
Se enviaron a pie a entre 56.000 y 58.000 prisioneros, en grupos de 1.000 a 2.500 personas. Casi ninguno calzaba zapatos o ropa de abrigo, la mayoría vestía solo la fina ropa de algodón de los prisioneros de los campos de concentración. Según estimaciones, hasta 15.000 prisioneros murieron durante esos transportes de evacuación de Auschwitz. Murieron de hambre y congelados.
9. Memorial Auschwitz-Birkenau
A principios de 1946, las autoridades de ocupación soviéticas entregaron el campo de concentración al Estado polaco. El “Museo Estatal de Auschwitz-Birkenau” fue fundado como monumento en 1947, por decisión del parlamento polaco e impulsado por los exprisioneros.
El memorial incluye instalaciones, edificios y cuarteles que se han conservado del campo de concentración de Auschwitz I (campo de concentración principal), el lugar casi vacío del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau (Auschwitz II), así como el área del museo actual. La primera exposición tuvo lugar en cooperación con la institución oficial israelí en memoria de las víctimas del Holocausto, Yad Vashem. Desde 1979, el memorial Auschwitz-Birkenau está en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
10. Los últimos testigos
Cada año, el 27 de enero se celebra, como día histórico y para la memoria colectiva, la “liberación del campo de concentración de Auschwitz” en 1945. En ese día, también se lleva a cabo una hora solemne de conmemoración en el Bundestag alemán.
Tradicionalmente, ese día se pronuncian discursos conmovedores con la participación de presidentes alemanes, políticos europeos, testigos judíos del Holocausto, como la violonchelista Anita Lasker-Wallfisch y la fallecida escritora Ruth Klüger, así como otros escritores e historiadores. El Día de la Internacional de Conmemoración del Holocausto tiene lugar desde 2005.
Durante la anual “Marcha de los Vivos”, desde el antiguo campo de concentración de Auschwitz hasta Birkenau, los últimos exprisioneros sobrevivientes del campo de concentración marchan de la mano de jóvenes de todo el mundo. En 2020 y 2021, esto solo pudo realizarse en formato digital debido al coronavirus. El número de testigos presenciales, que sobrevivieron al campo de concentración de Auschwitz, está disminuyendo. Sus hijos, nietos y bisnietos —no solo de las familias judías— pronto tendrán que cargar solos con los recuerdos.