Ante el aumento de contagios de la covid-19 en varios países del mundo, por la rápida expansión de la variante ómicron, Austria anunció que flexibilizará las restricciones levantadas para prevenir el alza de positivos desde febrero. Este país es reconocido por haber impuesto un confinamiento obligatorio a personas que no se habían aplicado la vacuna contra la enfermedad y, posteriormente, por imponer la inoculación obligatoria.
La medida se da luego de que Austria reportara un récord de contagios diarios el 12 de enero, con más de 17 mil casos, cifra que no se había registrado durante los más de dos años de pandemia vigente en este territorio. Así entonces, este país cuenta con 1.378.747 positivos acumulados, y un total de 13.882 fallecidos por la enfermedad. Con respecto a las personas que se encuentran luchando contra la covid-19 en este momento, las cifras oficiales de Austria informan que más de 240 personas residen en los hospitales con diferentes complicaciones derivadas de la enfermedad.
Sin embargo, se informó que se irán liberando las restricciones en contra del virus gradualmente, por lo que a partir del sábado 5 de febrero los restaurantes podrán volver a mantener sus puertas abiertas hasta las 12 de la medianoche, dos horas más de lo que se venía permitiendo por las autoridades.
De la misma forma, se comenzarán a eliminar las medidas que impedían a las personas no vacunadas entrar a tiendas o restaurantes, así como otros espacios públicos en los que se podría propagar rápidamente el virus. A partir del 12 de febrero, esta población podrá entrar en tiendas comerciales desde que puedan presentar un certificado de recuperación de la enfermedad o una prueba negativa de detección del virus con no más de 48 horas de haberla tomado.
Estas mismas condiciones tendrán que superar aquellos que insistan en no vacunarse contra la covid-19, para poder entrar a restaurantes desde el 19 de febrero. Las medidas de flexibilización se dan tras analizar la baja frecuencia de pacientes en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), según resaltó el canciller Karl Nehammer.
El funcionario afirmó en una rueda de prensa para medios locales que aunque se estuviera atravesando por un pico de contagios por la variante ómicron, no se había registrado un aumento en las tasas de pacientes hospitalizados, por lo que desde la primera semana de febrero comenzarían a relajar las medidas, en conjunto con la normativa que exige la vacunación obligatoria contra la enfermedad.
Es de resaltar que, desde mediados de noviembre de 2021, aquellos que no hubieran sido inoculados al menos una vez o que presentasen certificados que confirmen que tienen anticuerpos por una infección reciente, en teoría, no tendrían derecho a abandonar sus domicilios, salvo para trabajar, comprar alimentos, hacer deporte o consultas médicas, tras una normativa de este país para prevenir más muertes o complicaciones por la enfermedad.
Estos mismos tendrán plena libertad de circulación desde el lunes 31 de enero, pero seguirán excluidos de los restaurantes, hoteles, sitios culturales y deportivos que soliciten certificado de vacunación para ingresar, hasta después del 5 de febrero, cuando se les permitirá ingresar nuevamente, si cumplen con algunas de los requisitos mencionados anteriormente.
A esto se le añade que, desde el 1 de febrero, todos los residentes mayores de edad de este país europeo tendrán que vacunarse contra la covid-19 obligatoriamente, tras una normativa aprobada por el parlamento. De no ser así, los austríacos podrán enfrentarse a exorbitantes multas desde los 600 hasta los 3.600 euros si son detenidos en los controles, que se espera comiencen a partir del 15 de marzo.