El presidente austriaco promulgó este viernes la ley sobre la vacunación obligatoria contra la covid-19, que entrará en vigor el sábado, una medida inédita dentro de la Unión Europea (UE). “Alexander Van der Bellen promulgó hoy (viernes 4 de febrero) a mediodía la ley federal sobre la vacunación obligatoria contra el covid-19″, anunció la presidencia en un comunicado.
La norma se publicó justo después en el diario oficial y, “por lo tanto, entrará en vigor el sábado”, le dijo a la AFP un portavoz del ministerio de Sanidad. La ley afecta a todos los residentes mayores de 18 años de este país de 8,9 millones de habitantes, excepto las mujeres embarazadas, los que contrajeron el virus hace menos de 180 días y los que pueden quedar exentos por razones médicas.
Los controles solo empezarán a mediados de marzo y las personas no vacunadas se enfrentarán a multas que podrán ir de 600 a 3.600 euros (de 700 a 4.000 dólares). Sin embargo, podrán ser anuladas si el infractor se vacuna en un plazo de dos semanas.
60 % de los austriacos apoya la ley, que fue adoptada en enero con una amplia mayoría. Solo la extrema derecha votó en contra. Sin embargo, genera rechazo en otra parte importante de la población.
En las últimas semanas, decenas de miles de personas se manifestaron para denunciar una medida que consideran radical y liberticida. También han surgido críticas sobre el sentido de la ley ante la menor gravedad de la variante ómicron y la explosión del número de casos.
De hecho, el Gobierno ha anunciado que pronto se flexibilizarán las restricciones sanitarias, incluso para las personas no vacunadas. No obstante, para el ministro de Salud, Wolfgang Mückstein, la vacunación obligatoria tiene como objetivo protegerse de las “nuevas olas”, “para luchar contra las nuevas variantes” que podrían aparecer en los próximos meses, explicó el jueves en Twitter.
Menos del 70 % de la población austriaca tiene la pauta completa de vacunación (con la obligación en la mayoría de los casos de presentar tres dosis), un porcentaje inferior al de Francia o España y que ha disminuido aún más tras la reciente caducidad de muchos certificados.
Confinamiento para no vacunados
Desde mediados de noviembre del año pasado, aquellos que no hubieran sido inoculados al menos una vez o que presentasen certificados que confirmen que tienen anticuerpos por una infección reciente, en teoría, no tendrían derecho a abandonar sus domicilios, salvo para trabajar, comprar alimentos, hacer deporte o consultas médicas.
La medida fue retirada hace unas semanas. Las personas que no estuvieran vacunadas retomarían su plena libertad de movimiento, pero seguirían excluidos de restaurantes, hoteles, sitios culturales y deportivos que soliciten certificado de vacunación para ingresar. Austria optó por esta drástica medida a causa del repunte de casos y un riesgo de saturación de las unidades de cuidados intensivos.
“Se trata de una de las medidas más estrictas que se pueda tomar. Pero, la situación actual en los hospitales” lo exige, declaró ante periodistas el canciller conservador Karl Nehammer, antes de un Consejo de ministros. “Queremos limitar las restricciones a lo mínimo posible”, añadió.
Austria ha registrado un total de 14.167 muertes y más de un millón de casos desde que empezó la pandemia. El país sufrió un fuerte repunte de casos luego de las festividades de diciembre debido a la variante ómicron del coronavirus. Esto causó que los hospitales entraran en estados de alarma por la alta ocupación de camas con casos graves de la enfermedad.
Este repunte llevó a que Austria se convierta en uno de los primeros países de la Unión Europa en exigir la vacuna para todos sus ciudadanos. Las decisiones habían llevado a fuertes protestas de parte de varios sectores ciudadanos inconformes con las restricciones y la obligatoriedad de las vacunas.
*Con información de AFP.