En los últimos días, Europa ha mostrado un aumento exponencial en el número de casos nuevos de la covid-19, siendo actualmente el continente con más contagiados en todo el mundo, lo que lo convierte nuevamente en el foco de la pandemia.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la ‘cuarta ola’ del nuevo coronavirus ha visto en el Viejo Continente una zona en la cual atacar con más fuerza. De hecho, el director regional de la OMS para Europa, Hans Kluge, aseguró que en la última semana se han reportado al menos dos millones de nuevos casos de la covid-19, mientras que el acumulado de muertos en dicho continente ya asciende a más de 1,5 millones.
Teniendo en cuenta esta realidad, Austria, uno de los países más afectados en las últimas semanas por la pandemia, ha decidido tomar cartas en el asunto y dictar leyes con las cuales presionar a que las personas que no se han vacunado decidan hacerlo.
Así lo anunció el canciller austríaco, Alexander Schallenberg, asegurando que el Gobierno está analizando la opción de colocar en cuarentena a las millones de personas que aún no han tomado la decisión de colocarse la vacuna con el fin de contrarrestar el impacto del virus en el país.
De acuerdo con Schallenberg, los contagios diarios han ido en aumento durante las últimas jornadas, lo que ha causado una congestión en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), y un encierro obligatorio para los austríacos no inmunizados sería la mejor opción para contrarrestar la propagación en la nación europea.
Hasta la fecha, el 65 % de los habitantes de Austria ya cuenta con su cuadro de vacunación completa, una cifra que coloca a este país como el que menos vacunados tiene en Europa Occidental, con excepción de Liechtenstein, tal como lo ha informado el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades.
Entonces, en las últimas horas el Gobierno ha dado un ultimátum a sus ciudadanos: en caso de llegar al 30 % de ocupación en las camas UCI, todos los no vacunados serán obligados a entrar en un aislamiento preventivo en el que se les restringirá de forma casi que total su movilización en el país. Al momento de escribir este artículo, la ocupación estaba en un 20 %, aunque las autoridades aseguran que aumenta más rápido de lo que se podría esperar.
“De acuerdo con el plan incremental, en realidad tenemos solo unos días hasta que tengamos que introducir el bloqueo para las personas no vacunadas”, aseguró Schallenberg ante los medios de comunicación austríacos, recordando que la tasa de inoculados hasta la fecha es “vergonzosamente baja”.
Asimismo, el Canciller detalló que el encierro no sería diferente a los vividos en 2020, año en el que la pandemia se vivió con más fuerza y las cuarentenas fueron el límite interpuesto por la mayoría de los gobiernos en el mundo para evitar la propagación del virus.
“Un encierro para los no vacunados significa que uno no puede salir de su casa a menos que vaya a trabajar, comprando (lo esencial), estirar las piernas, es decir, exactamente lo que todos tuvimos que sufrir en 2020″, añadió Schallenberg.
Cabe recordar que esta situación no solo preocupa a Austria sino también a los representantes de las entidades internacionales en Europa. Por ejemplo, el citado Hans Kluge, de la OMS, aseguró en entrevista con El País de España que “en la mayoría de los países de Europa la vacunación se ha ido estabilizando en lugar de crecer (…) y la cuestión no es ya el acceso, sino el escepticismo con las vacunas. Es por ello por lo que crearé un grupo de trabajo europeo sobre las personas que no quieren vacunarse y tenemos que ser más proactivos para encarar las ‘fake news’”.