Dos semanas después de los mortíferos incendios que devastaron la isla de Maui, las autoridades de Hawái anunciaron el martes que habían dado con las identidades de 1.100 personas desaparecidas, según un censo provisional elaborado por el FBI.
La policía federal trabaja para recopilar las identidades de todas las personas desaparecidas por estos fuegos, los más letales en un siglo en Estados Unidos, con al menos 115 muertos, según el reporte provisional más reciente.
La lista del FBI registra actualmente “1.100″ desaparecidos, pero es probable que esta cifra porque la agencia federal “todavía está en el proceso de recopilar datos adicionales”, dijo el agente especial Steven Merrill.
El lunes por la tarde, el alcalde de Maui había informado de 850 desaparecidos.
Desde que el incendio arrasó casi por completo la localidad turística de Lahaina, de 12.000 habitantes, circulan en redes sociales o entre la policía y los equipos de emergencia listas con miles de personas presuntamente desaparecidas.
Ahora, el FBI trabaja para estandarizar esos datos. “Estamos cotejando todas las listas para poder determinar quién sigue realmente desaparecido”, anunció el agente especial Merrill.
El FBI creó un número telefónico exclusivo (808-566-4300) e invita a los familiares de desaparecidos a ponerse en contacto para brindar información adicional, como el apellido o la fecha de nacimiento, que puede ayudar a la policía a localizar o confirmar la desaparición de una persona.
Las autoridades están haciendo todo lo posible para refinar los datos y se espera que publiquen una “lista verificada” de desaparecidos “en los próximos días”, anticipó el jefe de policía de Maui, John Pelletier.
El FBI también dispuso agentes para recolectar en cualquier parte del mundo muestras de ADN de familiares que no pueden viajar a Maui.
La identificación de los cadáveres hallados entre las cenizas en Lahaina es laboriosa. De las 115 víctimas, hasta el momento solo han sido identificadas 27 y apenas se han recogido 104 muestras de ADN.
Biden, supuestamente, dormido en un encuentro con las víctimas de los incendios de Hawái
El pasado lunes el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitó Hawái, el archipiélago que conforma uno de los estados del país y que se ha visto profundamente afectado por el incendio forestal más mortífero del último siglo, que han dejado al momento, al menos 114 muertos identificados y más de 1.000 personas desaparecidas.
En redes sociales se han dado a conocer imágenes del mandatario estadounidense en un evento en Hawái, en el que aparentemente parece quedarse dormido por unos segundos.
Varias cuentas han compartido el video en el que se ve al mandatario en un evento de sobrevivientes en Maui, Biden se encuentra sentado con una camisa azul, rodeado de varias personas locales, que escuchan, algunos entre lágrimas, a quien se encuentra al micrófono.
A Biden se le ve respirar profundo y en un momento, durante unos 7, 8 segundos, baja su cabeza, aunque no es del todo claro, parece tener los ojos cerrados. Luego vuelve a levantarla y esos segundos son los de la discordia que han llevado al enfrentamiento digital de muchas personas.
“Esta mañana mucha gente está difundiendo un vídeo de Joe Biden, llamándolo “Joe el Dormilón” porque parece como si estuviera durmiendo mientras visitaba a los supervivientes de los incendios forestales en Lahaina, en el condado de Maui” escribió el periodista político Ed Krassenstein en Twitter, ahora conocido como X, quien cuenta con más de 992.000 seguidores.
Luego añadió: “Cuando miras un clip más largo, puedes ver que obviamente no estaba durmiendo. De hecho, tenía la cabeza gacha mientras el orador hablaba de la enorme cantidad de personas que habían perdido hogares, familiares y vidas. Varias personas sentadas a su alrededor se limpiaban las lágrimas de los ojos mientras él inclinaba la cabeza durante unos breves segundos”, afirmó.
Muchas personas estuvieron de acuerdo con su concepto, mientras que muchos otros rechazaron la afirmación: “Mira el patrón de respiración, yo veo una siesta”. Otro usuario afirmó: “Él no estaba durmiendo, estaba ‘meditando’, él no estaba durmiendo, estaba soñando con enviar más dinero a Ucrania”.