Este miércoles, 15 de febrero, en horas de la tarde, autoridades panameñas confirmaron que el saldo mortal del aparatoso accidente ocurrido en la madrugada, y que comprometió a un autobús con 66 migrantes, se elevó a 39 personas fallecidas, luego de que algunos de los afectados que habían sido trasladados heridos a los hospitales, finalmente murieran.
El accidente, ocurrido alrededor de las 4:00 a. m. de este miércoles, involucraría a migrantes procedentes de 8 países, según confirmaron voceros del Servicio Nacional de Migración en declaraciones recogidas por medios locales, precisando que dentro de los ocupantes del vehículo siniestrado se encuentran nacionales cubanos, haitianos, venezolanos, brasileños, colombianos, nigerianos, cameruneses y ecuatorianos.
No obstante, en el balance presentado por las autoridades no se precisó la nacionalidad de las personas que finalmente resultaron muertas tras el siniestro vial.
Sobre el particular, autoridades diplomáticas de Ecuador, más precisamente su Cancillería, precisaron a través de un comunicado que al menos 22 de los 66 ocupantes del bus accidentado en la provincia de Chiriquí, y procedente de la selva del Darién, corresponden a nacionales de su país, sin especificar cuántos de estos ecuatorianos hacen parte de la lista mortal.
“Estamos en contacto directo con las autoridades migratorias para conocer sobre el estado de salud de 22 compatriotas que se encontraban en el autobús”, sentencia el comunicado.
“Esta tragedia nos conmueve y nos alerta sobre los peligros de la migración irregular, que conlleva riesgos para la vida y la dignidad humana”, añade la entidad de Relaciones Exteriores en Ecuador.
En el caso colombiano, a través de un comunicado emitido por la Cancillería al final de la tarde de este miércoles, se confirmó que en el número de víctimas figurarían algunos ciudadanos procedentes de nuestro país, sin precisar el número de ellos.
“De manera preliminar se han reportado personas de nacionalidad colombiana entre las víctimas”, sentencia la Cancillería extendiendo a su vez “sus más sentidas condolencias a los familiares de las víctimas, colombianas y de varios países hermanos”.
Desde la Cancillería también se anunció que ya se ha dispuesto todo el protocolo para, a través de su representación diplomática en Panamá, “prestar la asistencia que corresponde en estos casos”.
Por su parte, Samira Gozaine, directora del Servicio de Migración de Panamá, declaró ante medios de comunicación que las primeras hipótesis sobre el accidente refieren que el autobús, correspondiente a un servicio de la Ruta del Darién, que contaba con dos conductores panameños debidamente acreditados, “se había pasado la entrada del albergue”, por lo que debió hacer un giro en ‘U’, que derivó en un choque frontal con un minibús que se movilizaba por la misma ruta.
La funcionaria confirmó que dicho servicio responde a un bus particular que lamentablemente habría perdido el control.
Por su parte, en declaraciones entregadas por el propietario del bus, también se conoció otra hipótesis similar que refiere que el conductor no conocía la ruta y que al intentar devolverse “parece que se quedó sin frenos e impactó con unas piedras”, provocando a su vez que este terminara rodando por un barranco.
La vía en la que ocurrió el siniestro permaneció cerrada por algunas horas mientras que los cuerpos de emergencia lograron la plena atención de los heridos y su debido traslado a los centros asistenciales.