Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC) están investigando el caso de un niño de 13 años del condado de Saginaw que murió mientras dormía, tres días después de recibir su segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus a mediados de junio.

El departamento de salud del condado dijo a medios internacionales que la oficina del médico forense realizó una autopsia y que la muerte se informó al departamento de salud estatal y al CDC.

“La investigación sobre si existe una correlación entre su muerte y la vacunación se encuentra ahora a nivel federal con los CDC”, dijeron en un comunicado la directora médica del Departamento de Salud del condado de Saginaw, la doctora Delicia Pruitt, y la funcionaria de salud, Christina Harrington.

“Mientras tanto, el departamento de salud sigue animando a las familias a hablar con sus médicos para sopesar sus propios riesgos y beneficios de la vacunación”, agrega la comunicación.

El niño, Jacob Clynick, vivía en Zilwaukee y acababa de terminar el octavo grado cuando recibió su segunda dosis de la vacuna Pfizer el 13 de junio en una tienda de Walgreens, dijo Tammy Burages, su tía al Detroit Free Press.

“Jacob estaba sano y no tenía condiciones médicas subyacentes conocidas. Estaba ansioso por comenzar las clases en otoño como estudiante de primer año en Carrollton High School”, dijo la tía del menor.

Luego de aplicarse la segunda dosis de la vacuna, Jacob Clynick se quejó de síntomas comunes posteriores al inmunizante, como la fatiga y la fiebre.

En la noche del 15 de junio, el menor reportó sentir un poco de dolor de estómago, pero no fue lo suficientemente severo como para causar una gran preocupación, dijo Burages.

“Falleció en medio de la noche en su casa”, explicó la familiar.

A la familia del menor se le dijo que los hallazgos preliminares de la autopsia sugieren que el corazón de Jacob estaba agrandado cuando murió y había líquido alrededor de su corazón.

El Instituto de Medicina y Ciencias Forenses de Michigan, que es el médico forense contratado para el condado de Saginaw, no confirmó esos hallazgos preliminares a los medios internacionales.

“Podemos verificar que estamos manejando la investigación, y ese es el alcance de lo que puedo compartir”, dijo Randy Pfau, director de operaciones del instituto.

“Todavía es una investigación en curso”, dijo y aseguró que dicha investigación podría tardar entre tres y cinco meses.

El funeral de Jacob fue este sábado, solo tres días después de que un comité asesor de los CDC reconoció “una posible asociación” entre las vacunas contra el coronavirus de Pfizer y Moderna y el riesgo de problemas cardíacos en adolescentes y adultos jóvenes.

Aunque todavía no está claro qué causó la muerte de Jacob, su tía espera que los investigadores federales al menos encuentren algunas pistas de la investigación de su autopsia.

“Esta es una de esas cosas que sospecho que nunca podrán decir realmente. Debe haber algo que haga que ciertos niños sean más susceptibles a tener una reacción cardíaca grave, y creo que Jacob fue uno de esos niños. Así que, sea lo que sea lo grave, sea cual sea el problema de salud subyacente, es algo que tal vez la autopsia diga”, dijo la tía.

Los resultados de la investigación serán determinantes para el futuro de la vacunación en EE. UU. y el mundo, pues de encontrar alguna relación entre la vacuna contra el coronavirus y la muerte del menor se podría estar interrumpiendo la inmunización en los niños y adolescentes.

A la fecha, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha mostrado su respaldo a la implementación y aplicación de las vacunas contra la covid-19.