Un gigantesco superyate, el cual se dice que pertenece al presidente de Rusia, Vladimir Putin, fue incautado en la noche de este jueves –6 de mayo– por las autoridades italianas, tras ser buscado como parte de las sanciones impuestas a Rusia.
El Scheherazade, avaluado en cerca de 700 millones de dólares, tiene 450 pies de longitud e incluye spas, piscinas y dos helipuertos, además de tener conexión con una “persona importante”, confirmaron las autoridades italianas, que no dijeron el nombre exacto.
Este vehículo ha sido objeto de investigación por parte de la Policía Financiera italiana desde marzo de este año, según el Daily Mail, y se encontraba en la Marina di Carrara, cerca de Pisa, desde septiembre, donde le efectuaron unas reparaciones.
Las acciones se tomaron tras los rumores de que el bote partiría hacia aguas internacionales para evitar potenciales sanciones.
Vale la pena recordar que este jueves –5 de mayo–, las autoridades de Fiyi incautaron un yate de 300 millones de dólares, que pertenecería al oligarca ruso Suleiman Kerimov, por petición del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
El organismo solicitó la retención de la embarcación por violar las sanciones vinculadas a la guerra en Ucrania y por sus presuntos vínculos con la corrupción, según informó el Departamento.
El Amadea, una embarcación de cinco años y 106 metros, estaba atracado en Lautoka (Fiyi), en el Pacífico Sur, cuando las autoridades locales lograron su control en virtud de una orden judicial estadounidense y una petición del Departamento de Justicia de este país.
“Está sujeto a confiscación con base en la causa probable de violaciones de la ley estadounidense, incluyendo la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional, el lavado de dinero y la conspiración”, informó el departamento en un comunicado.
Kerimov integra un grupo de oligarcas rusos “que se benefician del Gobierno a través de la corrupción y su actividad maligna en todo el mundo, incluida la ocupación de Crimea”, dijo el departamento.
Estados Unidos ha impuesto sanciones a oligarcas rusos cercanos al presidente Vladímir Putin como parte de una serie de castigos económicos por la invasión de Ucrania.
Kerimov, que ha hecho una fortuna como copropietario de importantes empresas financieras y de energía rusas, entre ellas Gazprom y Sberbank, es también funcionario del Gobierno ruso y miembro del Consejo de la Federación Rusa.
“No hay escondite para los activos de los criminales que posibilitan el régimen ruso”, dijo el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, en un comunicado.
“El Departamento de Justicia será implacable en nuestros esfuerzos para que rindan cuentas los que facilitan la muerte y la destrucción que estamos presenciando en Ucrania”, dijo Garland.
Biden discutirá con aliados del G7 sanciones “adicionales”
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró el miércoles 4 de mayo que estaba “abierto” a imponer más sanciones a Rusia por su invasión a la vecina Ucrania, asunto que discutirá con sus aliados del grupo G7 en los próximos días.
“Siempre estamos abiertos a sanciones adicionales” contra Rusia, les dijo Biden a periodistas. “Hablaré con los miembros del G7 esta semana sobre lo que vamos o no a hacer”, acotó.
Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Japón integran el Grupo de los Siete (G7), los países más industrializados.
Los aliados ya han aplicado, en varias etapas, una batería de sanciones económicas contra funcionarios, bancos, oligarcas y empresas de Rusia, con el fin de debilitar la economía de ese país y aislar internacionalmente al gobierno de Vladimir Putin.
Washington también prohibió la expedición de visados para cientos de personas, en su mayoría rusos, pero también bielorrusos y separatistas ucranianos.