En medio de la preocupación surgida en torno al aumento vertiginoso de casos de viruela del mono que se presentan en el mundo por cuenta de una inesperada ola de la enfermedad fuera de países de África, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) han anunciado que elevan el nivel de alerta por la enfermedad, fijándolo en nivel 2 desde el pasado lunes.

En ese mismo sentido, autoridades sanitarias de Estados Unidos han entregado una serie de recomendaciones frente a la enfermedad que se suman a las medidas básicas de bioseguridad referidas a evitar el contacto con personas contagiadas o con sospecha de contagio, limpiar superficies, lavado constante de manos, entre otras.

Así, la nueva recomendación de autoridades sanitarias de ese país es la implementación del tapabocas durante los viajes y desplazamientos en transporte público.

Según recogen los CDC, hasta el momento, esta enfermedad se ha expandido por varios países de Europa, América del Norte, América del Sur, África, Asia y Australia, lo que mantiene la lupa de las autoridades sanitarias de los diferentes países sobre esta enfermedad.

En la explicación sobre los motivos que permitieron la expansión del virus se cuenta, según los expertos, que esta pudo haber pasado desapercibida en algunos países de occidente inicialmente, bajo la apariencia de una ITS, según detalla el doctor Amesh Adalja, importante infectólogo adscrito al instituto Johns Hopkins en Estados Unidos y quien también es docente en la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh.

Para el experto, citado por el diario The New York Post, la posibilidad de que esta enfermedad en comienzo de la actual ola fuere confundida con una ITS (infección de transmisión sexual) es altamente probable dadas las características y nichos iniciales de su contagio, referidas a grupos de hombres que habían sostenido encuentros de tipo sexual con individuos contagiados, y de su mismo sexo.

En ese sentido, el experto también advirtió que dicha confusión podría haberse basado en la presencia de síntomas iniciales con alguna similitud.

Sobre los síntomas de la viruela del mono, estos comienzan con manifestaciones similares a las de una gripe, con dolor de cabeza, fiebre y malestar general, para posteriormente evolucionar a la aparición de erupciones cutáneas, generalmente cercanas a la cara, que se expanden por el cuerpo.

La siguiente fase de la expansión viral, donde la transmisión ya no estaba relacionada con haber sostenido relaciones sexuales, se ligó a casos de personas que estuvieron en contacto estrecho con los contagiados.

Así, la enfermedad endémica de África se abrió espacio en panoramas diferentes al de ese continente, teniendo como principal nicho inicial a poblaciones homosexuales, impulsada por eventos masivos en algunos países europeos, lo que hizo que al cabo de un tiempo esta infección se expandiera por el mundo debido a viajes de las personas contagiadas.

Sobre las erupciones y las secuelas de la viruela del mono, autoridades médicas han advertido que, si bien a la fecha no se han registrado en esta ola de la enfermedad casos mortales asociados, esta sí deja lesiones dolorosas y podría dejar cicatrices de consideración si no se adelanta un debido cuidado de ellas.

Pese a que esta enfermedad no ha alcanzado los niveles de peligrosidad registrados en su momento por el coronavirus, y por ello no ha requerido de medidas de la misma magnitud, sí tiene la lupa de las autoridades encima, desarrollando estrategias para lograr mitigar su expansión.

De acuerdo con el más reciente reporte de la OMS, el número total de casos de la enfermedad que han sido reportados, hasta el pasado domingo, ascendía a 780 en todo el mundo, siendo los países más golpeados el Reino Unido con 207, España con 156, Portugal con 138, Canadá con 58 y Alemania con 57.

De momento, aunque varios países de América Latina han reportado casos de posible contagio, el único que ha confirmado la presencia de la enfermedad es Argentina.