El asesinato de Camila Gómez, de ocho años, en la ciudad mexicana de Taxco, desató la indignación de sus vecinos. Más de 300 de ellos asesinaron a la presunta secuestradora e hirieron a dos de sus hijos en un linchamiento. El hecho obligó a cancelar sus famosas procesiones de Semana Santa, a las que, cada año, asisten cientos de turistas en la ciudad.
Lo que comenzó como una protesta en repulsa del crimen acabó con los participantes rodeando la casa de los presuntos artífices y, ante la inacción de la Policía, que al no tener una orden de detención no podía entrar en el domicilio, los vecinos decidieron tomarse la justicia por su mano, según ha informado el periódico ‘La Jornada’.
En las últimas horas, se ha publicado un video en el que se ve a Maggy Díaz, la madre de Camila, despidiendo a su hija frente al ataúd abierto donde yacía la niña de 8 años después de ser asesinada.
Vestida de blanco y acompañada de sus seres queridos, Maggy rompió en llanto en el funeral de Camila, donde miles de personas la acompañaron en el cementerio central. La mujer postrada frente al féretro blanco despidió a su hija con una plegaria.
“Te voy a soltar, mamita, ya no vas a ser mía como siempre, quiero que estés tranquila y que me ayudes a mí a encontrar la tranquilidad. ¡Por favor, ayúdame a que no me vuelva loca, ayúdame a ser fuerte, mami, y nunca me dejes!”, se escucha que dice llorando.
“Cuida a todas las personas que estuvieron para ti, Cami. No te imaginas cuántas, Cami, cuánta gente estuvo para ti, nunca me imaginé. De verdad, cuídalos a todos, mi amor. Te amo, mamita, te amo”, dijo frente al ataúd abierto.
Magui Díaz lamentó haber confiado en ella y en su familia. “No es mi culpa, yo siempre he cuidado a mi hija, yo simplemente confié en su amiga”, dijo en una entrevista. Y agregó: “Todo el tiempo que yo voy a sufrir, ella lo tenía que sufrir y no solamente es Ana, atrás de Ana hay más gente y espero que de verdad me ayuden las autoridades a hacer justicia porque no solo era ella”.
La turba, tras volcar dos taxis que se encontraban en la entrada, entró en el domicilio y atacó a la mujer y a sus hijos, ambos taxistas de profesión, a golpes, patadas y con palos, llegando incluso a rociarles con gasolina y aceite con la intención de quemarles vivos. La mujer, de 37 años, fue la que recibió más golpes. Cuando llegaron los uniformados, la encontraron inconsciente.
La Policía se llevó a los tres, pero ella falleció más tarde en la Fiscalía. Los dos hijos se encuentran en estado estable, uno con fractura en el cráneo y el otro con doble fractura en el brazo.
A parte de los tres linchados, hay otro taxista que presuntamente participó en el secuestro y que ya se encuentra detenido por la Policía Investigadora Ministerial.
La muerte de Camila Gómez
El pasado miércoles, en el barrio La Florida, Camila se dirigía a casa de una amiga para jugar en una alberca sobre las 13.00 horas. La madre de la víctima contactó con familiares de la amiga para confirmar que su hija había llegado, pero, tras su negativa, informó de su desaparición.
Las cámaras de seguridad captaron cómo una mujer sale de un domicilio con un cesto de ropa, seguida de un hombre con una bolsa negra, en la que presuntamente llevaba el cuerpo de la menor, y los dejan en el maletero de un taxi.
Los familiares de Camila revelaron que los secuestradores les exigieron 250.000 pesos (unos 14.000 euros). Pasadas 23 horas, la Secretaría de Seguridad Pública de Taxco y la Comisión Estatal de Búsqueda emitieron una ficha para su localización.
La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda, ha informado este viernes que ha solicitado a la Fiscalía General del estado de Guerrero garantizar una investigación “expedita, pronta y efectiva”, en la que se castigue con todo el peso de la ley a los responsables del crimen.
Con información de Europa Press*