Autoridades de Argentina confirmaron que, en medio de las investigaciones que se adelantan para esclarecer los hechos que rodearon una alerta de bomba, ocurrida el pasado 21 de mayo, en un avión que iba a volar desde Buenos Aires hacia Miami, se dispuso la aprehensión o arresto de una mujer que trabaja como azafata en la empresa estatal de Aerolíneas Argentinas, al ser identificada como la culpable del surgimiento de dicho episodio de pánico.
Según revelan medios locales en Argentina, la noticia fue dada a conocer por la Policía de Seguridad Aeroportuaria, que precisó que, en medio de la emergencia, la aeronave tuvo que ser evacuada para la realización de las debidas inspecciones, luego del surgimiento de un audio que alertaba sobre la presencia de explosivos que amenazaban un vuelo con más de 270 pasajeros, y cerca de una docena de tripulantes.
De acuerdo con las autoridades, afortunadamente la emergencia resultó referida a una falsa alarma, no obstante, el avance de la investigación sobre el surgimiento de la amenaza reveló que la responsable era una de las propias trabajadoras, quien había estado movida por razones personales para torpedear el cabal desarrollo del vuelo programado para las 7:35 a. m., y que, debido a la alerta de bomba, terminó siendo evacuado, reembarcado y enviado muchas horas después de lo previsto.
Si bien las autoridades no han revelado mayor información sobre los resultados de la investigación, de momento ha trascendido que la alerta de bomba promulgada por la azafata, respondió a una decisión personal, basada en una situación amorosa de la mujer, luego de que una expareja sentimental de ella abordara el avión en calidad de tripulante.
La amenaza de bomba se conoció, según detallan medios locales en Argentina, a través de un mensaje de voz enviado por personas desconocidas a funcionarios de la empresa, advirtiendo que alguien había colocado una serie de dispositivos explosivos en la referida a aeronave, programada para despegar con destino a la ciudad de Miami, en Estados Unidos, desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
En una trascripción del audio en mención, revelada por medios argentinos y conocida también a través de redes sociales, se puede escuchar una voz ‘distorsionada electrónicamente’ señalando: “Décile al capitancito que le pusimos tres bombas en el Miami. Que se deje de joder con la política y chequee el avión porque van a volar en mil pedazos”.
En virtud de lo anterior, el avión debió entrar en un proceso de revisión, aun cuando ya había sido abordado por un importante número de pasajeros, para posteriormente ser dirigido a una zona ‘segura’ del aeropuerto.
Si bien se intentó no revelar a los pasajeros del avión las causas de la evacuación, para evitar pánico, esto despertó una serie de quejas y desavenencias con los usuarios de la aerolínea, quienes se quejaron de las demoras que ello les acarreaba.
El vuelo en cuestión se identifica con la matrícula AR1304 y, tras varias horas de revisión, se dispuso nuevamente a poder viajar, en medio de una operación que afortunadamente no logró trastocar la operación de otras aerolíneas, ni tampoco representó retrasos en otros vuelos que también estaban en pista.
La revisión, según detallan autoridades de Argentina, se llevó a cabo por parte del Grupo Especial de Control de Explosivos y Armas Especiales (GEDEX), quienes contaron con el respaldo de personal de bomberos y de sanidad de la misma terminal aérea.
Sobre la mujer detenida, medios locales han precisado que la trabajadora, que laboraba como auxiliar de vuelo, fue identificada como Daniela Carbone, quien quedó bajo la custodia de las autoridades desde el pasado 29 de mayo.
Además, ha trascendido que la detenida tiene 47 años, es madre de una joven de mayor de edad y laboraba para la empresa de Aerolíneas Argentinas desde hace 25 años.
La aprehensión de Carbone se dio por orden judicial, luego de que las autoridades lograron rastrear la llamada de alerta de bomba, descubriendo que esta se hizo desde el dispositivo telefónico de la hija de la hoy detenida. En ese mismo sentido, pese a la distorsión de voz, los peritos lograron identificar que se trataba de la azafata, gracia también a la identificación de algunas cadencias en la voz.
Como parte de la investigación, y como uno de los argumentos para la judicialización, también se encontró el historial de búsquedas de la mujer, descubriendo que esta, previo a la fecha de la ocurrencia de la amenaza, había consultado cómo distorsionar la voz a través de un reconocido buscador.
Dentro de la amenaza, la mujer no solo se refirió a la existencia de la supuesta bomba a bordo, sino que también había arremetido contra el piloto del vuelo, su compañero de trabajo, buscando sembrarle temor al mencionar algunos aspectos personales de la vida del operador de vuelo.
Las pérdidas para la aerolínea, derivadas de la amenaza de vuelo y lo que ello representó, ascienden a más de 1 millón de dólares.