Aunque el financista millonario Jeffrey Epstein murió hace cuatro años, deberá seguir pagando por sus crímenes más allá de la tumba, pues dejó muchas cuentas pendientes.

Al respecto, informó The New York Times, un nuevo desenlace se acaba de producir, debido a que el Deutsche Bank, de Alemania, acordó pagarle 75 millones de dólares a las víctimas de los abusos de Epstein, muchas de las cuales eran menores de edad cuando estos sucedieron en los años 90 y comienzos del presente siglo.

El banco fue demandado por las afectadas, quienes consideran que este contribuyó al tráfico de menores perpetrado por Epstein, al ignorar las señales de alerta que se podían deducir de los movimientos de las cuentas de él y que indicaban que estaba haciendo algo indebido.

Epstein se hizo amigo de celebridades como Donald Trump, con la ayuda de Ghilsine Maxwell, derecha, quien le ayudaba a reclutar a sus víctimas. En la foto también aparece Melania Trump. | Foto: GettyImages

El Times informó que voceros de la entidad alemana no quisieron pronunciarse, pero que su abogado, Dylan Riddle, sí expidió un comunicado, en el cual expresó que “el banco ha hecho progresos considerables en solucionar varios problemas del pasado”, a través de la mejora en sus sistemas de control interno.

Los 75 millones de dólares serán repartidos entre 125 víctimas, quienes ya han recibido pagos por daños a través de un fondo creado para ello en 2019 con fondos provenientes de la fortuna de Epstein, que se calcula en unos 600 millones de dólares.

Epstein es el protagonista de uno de los casos de sexo ilegal, fortuna y poder más deplorables en tiempos recientes.

Virginia Roberts Giuffre, la víctima más famosa de Jeffrey Epstein,. afirma que el príncipe Andrés tuvo sexo con ella cuando tenía 17 años, a instancias del pedófilo. | Foto: Getty Images

Copiosas crónicas han salido a la luz, acerca de todo lo que fue capaz de hacer para satisfacer su aberrado gusto por las niñas, a quienes llevaba, tanto a su casa de Nueva York, como a su isla privada en las Islas Vírgenes, para cometer sus vejámenes.

El caso también es conocido porque en él resultó involucrado el príncipe Andrés, duque de York y hermano menor del rey Carlos III. Su amistad con Epstein y las acusaciones de una de sus supuestas esclavas sexuales, Virginia Roberts Giufre, obligaron a la reina Isabel a quitarle sus funciones como miembro de la familia real y el tratamiento de alteza real.

Epstein escogía a sus víctimas, que se cuentan por docenas, entre jovencitas pobres y de hogares con problemas de pobreza y violencia intrafamiliar. Todo con la ayuda de Ghislaine Maxwell, miembro de la alta sociedad británica, que se encargaba de reclutar a las menores para él. Hace poco, ella fue condenada por delitos relacionados con estas actividades.

Ghislaine Maxwell acaba de ser condenada por ser cómplice de los crímenes de Epstein, de quien también fue amante. | Foto: AP

“Este acuerdo innovador es la culminación del trabajo conjunto de dos bufetes de abogados, que han llevado a cabo una investigación conjunta durante una década, con el fin de responsabilizar a uno de los relacionados financieros de Epstein por el papel que desempeñó en facilitar su esquema de tráfico”. Así lo expresaron, en una declaración conjunta, los abogados David Boies y Brad Edwards, que representaron a las víctimas.

El escándalo también ha intentado salpicar a muchas figuras de alto perfil internacional. No hay que olvidar que uno de los efectos personales míticos de Epstein es su famoso directorio negro, en el cual tenía anotados los teléfonos y otros datos de contacto de presidentes y otros políticos prominentes, personajes de la realeza, altos ejecutivos, celebridades del espectáculo y grandes deportistas.

Su estrategia, dicen cronistas estadounidenses, era facilitarles sexo, para luego cobrarles el favor o, sencillamente, silenciarlos, de ser necesario, en el futuro.

El fondo de Epstein ha pagado más de 125 millones de dólares a sus víctimas, concluyó el The New York Times.