Según el periodista peruano Jaime Bayly, Nicolás Maduro tiene planes preparados para diferentes escenarios después de las elecciones presidenciales en Venezuela del 28 de julio
En un video de la plataforma YouTube, Bayly afirma que “el dictador venezolano Maduro tiene una fortuna oculta en Turquía, que podría ascender a entre 4.000 y 5.000 millones de dólares. Además, posee una villa, una mansión enorme en las afueras de Estambul. Maduro está listo para escapar en cualquier momento”.
Bayly señala que “Maduro sabe que las elecciones del 28 de julio representan un riesgo altísimo para su permanencia en el poder. Él y sus seguidores están conscientes de que si las elecciones fueran limpias, la oposición democrática ganaría por un amplio margen”.
El fraude electoral en Venezuela
“El fraude ya está en marcha, un gigantesco, colosal e impúdico fraude chavista, uno de muchos en 25 años de dictadura. Todo está preparado maliciosamente para que, a medianoche del 28 de julio, el títere de la dictadura anuncie el fraude y declare que Maduro obtuvo el 80% de los votos, mientras González Urrutia no alcanzó el 40%”, advierte Bayly.
Por otro lado, Bayly recuerda el acontecimiento en el que “Maduro estuvo a punto de escapar en abril de 2019, cuando aún estaban en Caracas Leopoldo López y Juan Guaidó. Ambos tramaron una conspiración para sublevar a los militares contra Maduro. Sin embargo, los rusos lo convencieron de quedarse, asegurándole su apoyo en caso de una guerra civil. Así, Maduro, aunque cobarde, permaneció en el poder”.
Finalmente, Bayly expresa que “una vez que se anuncie el fraude, pueden ocurrir movimientos y deserciones que precipiten la salida intempestiva del dictador Maduro, quien ha usurpado el poder durante más de 11 años. La frustración y el descontento de la población, combinados con presiones internas y externas, podrían forzar a Maduro a huir del país para evitar un colapso total de su régimen”.
El contexto de las elecciones de julio
Venezuela comienza la campaña electoral más incierta de su historia. El resultado del 28 de julio será crucial, ya que determinará quién gobernará el país en los próximos cinco años. Sin embargo, aún más importante es lo que puede ocurrir después. Si el chavismo acepta los resultados, tendría que abandonar un poder absoluto que ha controlado todas las instituciones del Estado desde la llamada revolución bolivariana, ideada por Hugo Chávez a finales de los 90.
Muchos creen que actualmente no existen las condiciones para una transición democrática. Estados Unidos y otros países como Colombia y Brasil están negociando a contrarreloj con Nicolás Maduro, un acuerdo en el que se comprometería a respetar los resultados en caso de una derrota. Por ahora, Edmundo González, el candidato de consenso de la oposición, lidera prácticamente todos los sondeos, en algunos con una diferencia significativa. Maduro, después de un mes recorriendo el país, ha mejorado su popularidad, que ha pasado del 19% al 25%.
Según fuentes cercanas al chavismo, el presidente ha recibido en su despacho cifras alarmantes, pero aún cree que puede revertir la situación. El oficialismo cuenta con una red de simpatizantes consolidada mediante el manejo de ayudas sociales, como las cajas de comida CLAP. Además, la oposición tiene poca visibilidad en los medios locales, es probable que no tenga testigos en todos los colegios electorales y está dispersa en varios candidatos, lo que podría restar votos a Edmundo González.