El hecho ocurrió en Al-Balina, Egipto, cuando un conductor interpuso la denuncia por la desaparición de su hija ante la policía de esta ciudad. Según el testimonio del padre, la menor estaba jugando fuera de su casa y unos minutos después, cuando él la buscó, no la encontró, lo que despertó su preocupación.
Las autoridades iniciaron la investigación haciendo seguimiento a las cámaras de seguridad y preguntándoles a las personas del sector para dar con el paradero de Nidaa. Luego de varias horas de infructuosa búsqueda, la información que recopilaron los llevó a establecer que ella estuvo jugando con sus dos primos antes de la desaparición.
Al ser consultados por la policía, los dos menores supuestamente confesaron que la secuestraron y que intentaron agredirla sexualmente; posteriormente la llevaron hasta el canal de agua y la arrojaron. Además, llevaron a los investigadores hasta el lugar donde estaba el cuerpo sin vida de la menor, reseñó la agencia RT.
Los primos de la niña les aseguraron a las autoridades que tomaron la decisión de arrojar el cuerpo al canal de aguas por el miedo a ser juzgados y por eso tuvieron la idea de esconder cualquier evidencia que los relacionara con la desaparición de su prima.
Medios locales informaron que los menores veían películas para adultos que los incitaron a tomar ese comportamiento con su prima; además, el padre de uno de los presuntos agresores fue llevado a la cárcel por Ministerio Público de Egipto. Por otra parte, los niños de ocho y 12 años fueron recluidos en un centro para menores, informó El Tiempo.
Vecinos de los implicados también comentaron que uno de los menores está bastante afectado por la separación de sus padres, situación que lo ha llevado a tener estos comportamientos inadecuados, así lo comentó el medio egipcio Rai Alyoum.
Más agresiones a menores
El caso de la menor en Egipto hace recordar otros aberrantes hechos de agresiones a menores, como el ocurrido en Estados Unidos cuando una madre cuidadora golpeó a un menor guatemalteco en Los Ángeles, dejándolo en estado de coma, por lo que tuvo que ser trasladado a en un centro médico de la ciudad.
La presunta agresora fue arrestada y llevada a la cárcel del condado de Los Ángeles con una fianza de 1.2 millones de dólares, destacó el sitio web de People.
Los hechos ocurrieron en la cuadra 14700 del bulevar Pioneer en la ciudad de Norwalk. El caso de la agresión del menor fue presentada ante el fiscal de Distrito del Condado de Los Ángeles en el Tribunal Superior de Norwalk.
María Jacinto, tía del menor agredido, comentó que su sobrino fue llevado inconsciente y que son pocas las probabilidades de que pueda sobrevivir, además aseguró que solo se enteró cuando el menor ya estaba en el hospital.
“La víctima sufrió graves lesiones que provocaron su ingreso en la unidad de cuidados intensivos de un hospital, donde su estado sigue siendo crítico”, informaron las autoridades en un comunicado que recogió People.
El niño vivía desde abril con su madre de acogida, quien también cuidaba a su hermano de dos años, pues fue separado de su madre biológica por un presunto caso de violencia doméstica. Los menores no hablan ni inglés ni español, ellos se comunicaban a través de una lengua tradicional de su país. La barrera del idioma fue una situación que hizo más difícil la posibilidad de defenderse.