Las inundaciones sin precedentes que dejan casi 200 muertos en Europa afectan mayormente a Alemania y Bélgica, donde se guardará este martes duelo nacional ante la tragedia. Estas históricas inundaciones dejaron 27 muertos en ese país, según el último balance presentado y las autoridades siguen sin noticias de un centenar de personas. Miles sufrieron importantes daños materiales, perdiendo sus efectos personales, los recuerdos de una vida, sus muebles e incluso sus casas.
El gobierno de Angela Merkel prometió hoy mejorar el sistema nacional de alerta ante catástrofes, muy criticado durante las devastadoras inundaciones que dejaron 165 muertos en Alemania, por no haber avisado lo suficientemente rápido a la población en peligro.
De forma general, los sistemas de alerta, como la aplicación de teléfono celular Nina, “funcionaron”, aseguró a la prensa una portavoz del gobierno, Martina Fietz. “Pero la experiencia que hemos tenido durante esta catástrofe muestra que tenemos que hacer más y más rápido”, admitió.
El candidato de los conservadores para las elecciones de septiembre, Armin Laschet, prometió que en los próximos días las comunas, las regiones y el Estado, discutirán sobre cómo elaborar una “mejor prevención”. “Debemos aprender por nosotros mismos porque vamos a estar cada vez más a menudo confrontados a este tipo de eventos climáticos”, declaró el pretendiente a suceder a Angela Merkel como canciller después de 16 años de gobierno.
“Volver a las viejas sirenas”
Entre los principales fallos señalados se encuentra la protección civil alemana, acusada de no haber avisado lo suficientemente rápido a la población residente en zonas inundables ante la gravedad de las crecidas.
Su presidente, Armin Schuster, defendió el lunes en la radio pública “la vuelta a las viejas sirenas”, y no dejar todo en manos de herramientas digitales, ya que las crecidas provocaron cortes de electricidad masivos y la caída de antenas de telecomunicación, lo que impidió que la gente recibiera las alertas.
Este sistema de sirenas, instaladas durante la Guerra Fría para avisar, por ejemplo, de un ataque nuclear, se reveló ineficaz durante un test realizado en septiembre de 2020: muchas no se encendieron por problemas técnicos y otras habían sido retiradas por las comunas hace tiempo.
Pero como se encargó de recordar Schuster, el gobierno lanzó en primavera un programa de 90 millones de euros (más de 100 millones de dólares estadounidenses) para reconstruir esta red.
“Retórica electoral”
También está en debate el reparto de competencias en materia de protección civil dentro de este país federal, donde se espera que las regiones estén en primera línea.
La candidata de los Verdes en las elecciones de septiembre, Analena Baerbock, exigió un refuerzo “general” de la prevención de riesgos, con el Estado federal “jugando un rol de coordinación mucho más importante”.
El ministro del Interior, Horst Seehofer, se opuso a esta idea argumentando que “sería totalmente inconcebible que una catástrofe así se gestione desde un solo sitio”, calificando como “retórica electoral” a este debate sobre la centralización de competencias.
Mientras tanto, el balance de muertos aumentó a, por lo menos, 165 personas, indicó este lunes un nuevo recuento, que da cuenta también de numerosos desaparecidos.
En la región de Renania-Palatinado, “el número de muertos es ahora de 117”, “y hay 749 heridos”, dijo a la AFP Verena Scheuer, portavoz de la policía de Coblenza. Unas 170 personas están desaparecidas.
“Todavía no hemos entrado en todas las casas. Suponemos entonces que encontraremos más muertos”, advirtió el ministro regional de Interior, Roger Lewentz.
En Renania del Norte-Westfalia, el último informe difundido el domingo habló de “al menos” 47 muertos. En la región de Baviera, sur del país, murió una persona.
A partir del miércoles, el gobierno entregará ayudas de emergencia de al menos 300 millones de euros (unos 350 millones de dólares), antes de elaborar un vasto programa de reconstrucción de varios miles de millones de euros.
Las fuertes crecidas de la noche del 14 al 15 de julio también afectaron a Luxemburgo, Holanda y Bélgica. En este país, dejaron 31 muertos y 70 siguen “desaparecidas”. El balance total en Europa es de 196 víctimas.
Tanto expertos como responsables políticos ligaron el desastre al calentamiento global.
Con información de AFP.